Acusan a Nobel de dichos racistas

El Universal, 18-10-2007

LONDRES (EFE).&8212; El premio Nobel de Medicina James Watson, pionero en la labor de desciframiento del genoma humano, llegó ayer al Reino Unido precedido por la polémica de unos comentarios suyos tachados de racistas.

El investigador estadounidense, de 79 años, declaró a The Sunday Times que es pesimista sobre África porque las políticas occidentales se basan en la creencia de que &8220;la inteligencia de los africanos es como la nuestra, algo que contradicen todas las pruebas efectuadas&8221;.

Esas opiniones se reflejan también en un libro que verá la luz la próxima semana y en la que Watson escribe que no hay motivo alguno para creer que &8220;las capacidades intelectuales de pueblos separados en su evolución han tenido que evolucionar de modo idéntico&8221;.

&8220;El querer considerar un poder igual de la razón como una herencia común de la humanidad no basta para que sea así&8221;, escribe el investigador, citado por el diario The Independent, que critica sus comentarios.

La polémica en torno a esas declaraciones recuerda la creada en 1990 por el libro The bell curve, del politólogo estadounidnese Charles Murrey, quien sugirió que las diferencias de coeficiente intelectual eran genéticas.

Watson viene a Inglaterra para publicar su último libro, titulado en inglés Avoid boring people: lessons from a life in science (No aburrir a la gente: lecciones de una vida dedicada a la ciencia).

Su primer acto será una conferencia en el museo de la Ciencia, de Londres, y sus críticos reclaman una respuesta firme a sus controvertidos puntos de vista desde el mundo científico y de la política.

Según el diputado laborista Keith Vaz, presidente del comité selecto del Interior, &8220;es triste que un científico que ha logrado tanto en su campo se rebaje a hacer ese tipo de comentarios sin base científica alguna y ofensivos&8221;.

&8220;Estoy seguro, dijo Vaz, de que la comunidad científica rechazará lo que parecen no ser más que prejuicios personales&8221;, agregó.

El científico estadounidense logró fama internacional cuando, trabajando en la Universidad de Cambridge formó parte del equipo que descubrió la estructura del ADN. Por sus trabajos fue galardonado en 1992 con el Nobel de Medicina junto con su colega británico Francis Crick y al neozelandés Maurice Wilkins.

A pesar de dirigir durante 50 años el Cold Spring Harbour Laboratory, en Long Island, líder en las investigaciones sobre la genética y el cáncer, Watson no ha sido nunca ajeno a la controversia por sus opiniones sobre política, la sexualidad y la raza.

En 1997 declaró a un diario británico que una mujer debería tener derecho a abortar si un prueba prenatal determinase que la criatura que llevaba en su vientre sería homosexual aunque luego habló de que se trataba de una elección &8220;hipotética&8221;.

También ha sugerido la existencia de una relación entre el color de la piel y el instinto sexual, superior en los negros.

LONDRES (EFE).&8212; El premio Nobel de Medicina James Watson, pionero en la labor de desciframiento del genoma humano, llegó ayer al Reino Unido precedido por la polémica de unos comentarios suyos tachados de racistas.

El investigador estadounidense, de 79 años, declaró a The Sunday Times que es pesimista sobre África porque las políticas occidentales se basan en la creencia de que &8220;la inteligencia de los africanos es como la nuestra, algo que contradicen todas las pruebas efectuadas&8221;.

Esas opiniones se reflejan también en un libro que verá la luz la próxima semana y en la que Watson escribe que no hay motivo alguno para creer que &8220;las capacidades intelectuales de pueblos separados en su evolución han tenido que evolucionar de modo idéntico&8221;.

&8220;El querer considerar un poder igual de la razón como una herencia común de la humanidad no basta para que sea así&8221;, escribe el investigador, citado por el diario The Independent, que critica sus comentarios.

La polémica en torno a esas declaraciones recuerda la creada en 1990 por el libro The bell curve, del politólogo estadounidnese Charles Murrey, quien sugirió que las diferencias de coeficiente intelectual eran genéticas.

Watson viene a Inglaterra para publicar su último libro, titulado en inglés Avoid boring people: lessons from a life in science (No aburrir a la gente: lecciones de una vida dedicada a la ciencia).

Su primer acto será una conferencia en el museo de la Ciencia, de Londres, y sus críticos reclaman una respuesta firme a sus controvertidos puntos de vista desde el mundo científico y de la política.

Según el diputado laborista Keith Vaz, presidente del comité selecto del Interior, &8220;es triste que un científico que ha logrado tanto en su campo se rebaje a hacer ese tipo de comentarios sin base científica alguna y ofensivos&8221;.

&8220;Estoy seguro, dijo Vaz, de que la comunidad científica rechazará lo que parecen no ser más que prejuicios personales&8221;, agregó.

El científico estadounidense logró fama internacional cuando, trabajando en la Universidad de Cambridge formó parte del equipo que descubrió la estructura del ADN. Por sus trabajos fue galardonado en 1992 con el Nobel de Medicina junto con su colega británico Francis Crick y al neozelandés Maurice Wilkins.

A pesar de dirigir durante 50 años el Cold Spring Harbour Laboratory, en Long Island, líder en las investigaciones sobre la genética y el cáncer, Watson no ha sido nunca ajeno a la controversia por sus opiniones sobre política, la sexualidad y la raza.

En 1997 declaró a un diario británico que una mujer debería tener derecho a abortar si un prueba prenatal determinase que la criatura que llevaba en su vientre sería homosexual aunque luego habló de que se trataba de una elección &8220;hipotética&8221;.

También ha sugerido la existencia de una relación entre el color de la piel y el instinto sexual, superior en los negros.

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