Cañada Real
Stop judicial al derribo de chabolas
El Mundo, , 18-10-2007Un grupo de voluntarios y religiosos de la parroquia de Santo Domingo de la Calzada consigue paralizar en los juzgados la demolición de otras siete chabolas de rumanos La piqueta municipal sigue amenazando las chabolas ilegales construidas en la Cañada Real. La semana pasada la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid derribó 25 chamizos habitados por magrebíes. Dos días después estaba previsto demoler otras siete infraviviendas habitadas por ciudadanos rumanos en otra zona de la Cañada. Pero un grupo de caritativos y religiosos de la parroquia de Santo Domingo de la Calzada, en la Cañada Real, se enteró de las intenciones municipales.
A través de una voluntaria, que era abogada, interpusieron un recurso en los juzgados de lo contencioso – administrativo. Al menos, consiguieron una moratoria de cinco días en la demolición de las chabolas.
Esta mañana se celebrará una vista con el fin de intentar ampliar la medida cautelar de parar los derribos ordenados por la Gerencia de Urbanismo.
Jorge Fernández, es uno de los voluntarios que trata de ayudar a estos moradores de las chabolas. «Sabemos que son ilegales estas construcciones, pero estamos en contra de las formas con que se están derribando estas casas. Ante todo son personas», dijo Fernández.
A tenor de la información de la que disponen los voluntarios, las órdenes de derribo provienen de la Gerencia de Urbanismo. «Lo peor es la descoordinación de las administraciones», prosigue Fernández. «Porque no es normal que no se advierta de una acción como la derribo de tantas chabolas a los Servicios Sociales».
El grupo de voluntarios mantiene que la Administración se quiere lavar las manos con este asunto por «tratarse de ciudadanos rumanos». «Hemos entregado una carta en mano al alcalde y también nos hemos movilizado pero nadie ha hecho nada», añadió.
Para este grupo de voluntarios la situación de la Cañada Real es muy delicada. «Nadie quiere poner soluciones a lo que aquí pasa. Ahora tenemos la parroquia rodeada de yonquis que se pinchan y de camiones que depositan sus vertidos de forma ilegal. Y así pasan muchas más cosas en este lugar», agregó.
Fue el martes de la semana pasada cuando los agentes de la Policía Municipal y las excavadoras se presentaron por sorpresa en la zona de musulmanes de la Cañada Real y echaron a bajo las chabolas. Algunas personas no tuvieron tiempo de sacar sus pertenencias. Esa misma tarde acudieron a la zona miembros del Samur Social para paliar en parte las necesidades de estas familias. Por suerte para la mayoría, muchos tenían más parientes en la misma Cañada o en otras partes de Madrid para pasar la noche.
Al resto los realojó el Samur Social. En total, ocho personas se acogieron a la ayuda municipal, que las llevó a su central y a Cruz Roja. Se trata de dos familias y cinco adultos solos, según confirmó un responsable municipal.
(Puede haber caducado)