Detienen en Getxo al rumano que raptó a su hijo en un centro foral de parejas separadas
Le capturaron cuando pretendía cobrar la ayuda social del Ayuntamiento La Ertzaintza intenta ahora conocer el paradero del niño
El Correo, , 17-10-2007Agentes de la Ertzaintza detuvieron ayer por la mañana en Getxo al inmigrante rumano que el pasado mes de agosto secuestró a su hijo, de 2 años, en un punto de encuentro para parejas separadas de la Diputación foral vizcaína existente en Bilbao. La Policía autónoma seguía la pista de Florin L., de 50 años, en coordinación con los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Getxo, puesto que percibía una ayuda económica de la Administración. El hombre acudió ayer por la mañana a cobrarla. Gracias a un dispositivo especial de vigilancia pudo ser arrestado.
Este hombre posee antecedentes policiales y su pista era una incógnita desde que secuestró a su hijo el pasado 29 de agosto. «Abierta la correspondiente investigación por parte de la Ertzaintza, se pudo determinar que el individuo había abandonado el país poco después de perpetrar el secuestro, siendo detectada su presencia en días posteriores, y sucesivamente, en un área de servicio francesa y en la localidad rumana de Tulcea», informó la Policía autonómica. El Departamento de Interior solicitó la correspondiente orden de búsqueda internacional. Florin ingresó ayer mismo en prisión tras decretarlo el magistrado del Juzgado de Guardia de Getxo.
Pero el caso sigue abierto. La Ertzaintza todavía no ha dado con el paradero del niño, del que no se sabe nada desde hace casi dos meses, cuando fue raptado del centro de acogida foral. En ese punto, hay salas en las que las parejas enfrentadas tras una ruptura conyugal pueden entregar y recoger a sus hijos. El día que se llevó al niño, Florin pidió primero que les dejasen salir a un amplio patio que hay en el edificio. Allí aprovechó que la supervisora se ataba el cordón del zapato para sacar a Andrei por un portón y escaparse a la calle.
Orden de alejamiento
Desde entonces, apenas había pistas de este rumano sobre el que pesaba una orden de alejamiento por haber maltratado presuntamente a la madre, Cristina E.. Esta joven de 23 años, de la misma nacionalidad, interpuso una denuncia el pasado 28 de febrero y el Juzgado de Instrucción número 4 de Getxo ordenó salir al varón del domicilio que compartía con ella en Algorta. Entonces, el juez le prohibió que se acercara a menos de 300 metros de la joven, aunque le permitió visitar al niño tres veces por semana en ese punto de encuentro foral.
La situación se agravó pronto. Sólo cinco meses después, el pasado 27 de julio, la juez de Getxo amplió la orden de alejamiento de Florin a un kilómetro. La magistrada incrementó las medidas de seguridad, porque el hombre ignoró sus advertencias en reiteradas ocasiones. Cristina afirmó entonces que incluso ya había protagonizado con anterioridad un intento frustrado de raptar al pequeño.
Tras el secuestro, la investigación obligó a la Policía autonómica a guardar silencio sobre el caso para evitar cualquier tipo de filtración que entorpeciera sus pesquisas. Sólo trascendió que la Ertzaintza interrogaba a familiares de Florin y a sus conocidos, sin que saliese a la luz ningún dato sobre el paradero de Andrei.
Quien no se calló fue Cristina. Aseguró a EL CORREO que su pareja había hablado con un hermano suyo por teléfono antes del secuestro. Florin le dijo «que quería dormir con el niño y vengarse de mí», comentó. Posteriormente, cuando su hijo estaba en paradero desconocido, descubrió que su ex pareja había alquilado un piso cerca de donde residía ella y que lo había subarrendado a unos rumanos. Incluso supo que había comprado un coche de segunda mano que puso a nombre de uno de los inquilinos.
(Puede haber caducado)