SONIA BARRADO

LOGROÑO. El PSOE riojano entró ayer en la polémica suscitada a raíz de la propuesta del Centro Canario Nacionalista (CCN) de boicotear los productos de La Rioja, y en especial al vino, tras haberse negado de forma expresa esta Comunidad a acoger a menores inmigrantes llegados a Canarias.

Para los socialistas riojanos, estas afirmaciones del CCN – a las que el presidente de La Rioja, Pedro Sanz, rehusó responder para no hacer «propaganda a nadie, y menos a un partido político residual que quiere hacerse publicidad a nuestra costa» – , no tendrían «ninguna base si el Gobierno de La Rioja fuera solidario y asumiera la responsabilidad que le corresponde en el conjunto del Estado respecto a los menores inmigrantes». Una responsabilidad que «además viene perfectamente dotada de financiación par parte del Gobierno de España», aseguró el PSOE, en total oposición a lo manifestado en diferentes ocasiones por el Ejecutivo riojano, que ha criticado al Estado por no aportar la financiación necesaria para que La Rioja pueda asumir la llegada de inmigrantes.

Los socialistas afirmaron también que el Gobierno riojano «debe asumir las consecuencias que nos trae su política de confrontación con el Gobierno central, que en todos los casos perjudica y afecta negativamente a nuestra imagen en el exterior y en este caso a nuestra economía». Añadieron que los riojanos «no somos como Pedro Sanz, frentista en la política y poco considerado en sus deberes como parte del Estado», sino «un pueblo colaborador, integrado y que siempre ha sabido arrimar el hombro solidario con quien lo necesita».