Un pesquero español rescata en aguas de Libia a 50 subsaharianos a la deriva

El barco, que cuenta con víveres para «tres o cuatro días», espera permiso de Trípoli para desembarcar

El Correo, COLPISA, 15-10-2007

El pesquero ‘Corisco’, con base en la localidad alicantina de Santa Pola, rescató en la madrugada del sábado en aguas de Libia a 50 inmigrantes subsaharianos entre ellos tres niños menores de cuatro años cuando se encontraban a la deriva en una zodiac. El capitán del barco, Antonio López, permitió subir a bordo a los náufragos ante el riesgo de que su precaria embarcación se fuera a pique. Al cierre de esta edición, las autoridades de Trípoli no habían autorizado el desembarco de los ‘sin papeles’ y la situación en el ‘Corisco’ empieza a ser preocupante tanto por la falta de víveres y agua como por el hacinamiento que sufren sus ocupantes. «Hay alimentos para tres o cuatro días», asegura el dueño del barco y hermano del patrón, José López.

A la una de la madrugada del sábado, un miembro de la tripulación del pesquero, que estaba en plena campaña del camarón y la quisquilla, avistó la zodiac y el capitán ordenó acercarse a ella. En un primer momento, López no permitió que los náufragos subieran a bordo, pero a las pocas horas, ante el riesgo de hundimiento, autorizó que embarcaran. «Se iban a ahogar todos», aseguró el patrón. La embarcación estaba «medio desinflada» ya que sólo tenía capacidad para 20 personas. Cuando dio la orden de embarcar, «se liaron a golpes y guantazos para subir. Estaban nerviosos y desesperados».

El capitán y también armador del ‘Corisco’ relató a la ‘Cadena Ser’ que entre los inmigrantes hay «tres críos de entre dos y cuatro años» y cinco mujeres. Cuando subieron a bordo, los niños iban «con los pañales llenos de caca» y las mujeres «llorando y devolviendo». Los hombres estaban «empapados y no tenían nada» para cambiarse de ropa, así que los doce tripulantes entregaron su ropa a los náufragos.

Situación «crítica»

López comentó que la situación empieza a ser «crítica» porque el barco sólo llevaba provisiones para doce personas hasta final de mes. «Ahora gastamos el triple o cuádruple de comida que habitualmente y, claro, los víveres van para abajo, para abajo». Por si fuera poco, las condiciones meteorológicas amenazan con empeorar en la zona.

El ‘Corisco’ se encuentra a 85 millas de Libia con 62 personas a bordo cuando su tripulación habitual es de 12; no es difícil imaginar las condiciones de hacinamiento que sufren. El Ministerio de Asuntos Exteriores ordenó al embajador en Trípoli hacer «intensas gestiones» ante las autoridades libias para que autorizasen el desembarco, pero las perspectivas no apuntan a que el pesquero reciba permiso para atracar de inmediato.

A esta mediación hay que sumar la realizada por el embajador de Portugal ante el Gobierno libio, ya que el ‘Corisco’ es de bandera portuguesa a pesar de que su base está en Santa Pola y la tripulación es hispano-lusa. Pero, por el momento, la doble labor no ha surtido efecto ni se espera que lo haga en las próximas horas.

Los antecedentes hacen pensar que las autoridades de Libia aún tardarán en autorizar el desembarco. El pesquero ‘Nuestra Señora de Loreto’ rescató en junio pasado a 25 inmigrantes en aguas de ese país magrebí y tuvo que esperar tres días en alta mar antes de poder atracar. Más aún aguardó el ‘Francisco y Catalina’, que en julio de 2006 salvó a 51 subsaharianos en aguas de Malta: las gestiones con el Gobierno de este país se prolongaron durante ocho días.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)