En el mes de octubre, miles de peruanos honran en ciudades y pueblos, comenzando por la capital, Lima, al Señor de los Milagros. La veneración por esta imagen de Cristo data de un terremoto ocurrido en el siglo XVII en el país andino. La comunidad peruana en La Rioja también quiso ayer celebrar una de sus mayores festividades religiosas, y también con los efectos de un terremoto muy presentes en los corazones de todos. Se trata del seísmo que el pasado 15 de agosto asoló la región de Ica. Semanas después de este trágico suceso, nació la asociación riojana de peruanos ‘Señor de los Milagros’, que promovió ayer los actos festivos.

La celebración comenzó a las 12 en punto con una misa en el convento de las Carmelitas Descalzas. Se da la circunstancia de que varias hermanas del convento pertenecieron a otro en la localidad peruana de Cañete y también se vieron afectadas por el terremoto de agosto. Uno de los objetivos a corto plazo que tiene la asociación ‘Señor de los Milagros’, según su presidente, Omar Arana, es «ayudar a reconstruir el comedor de ese convento de Cañete». Otras iniciativas que tiene el colectivo son la creación de una guardería para los huérfanos del desastre y un centro de trabajo para los damnificados.

Después de la Eucaristía, la imagen del Señor de los Milagros recorrió los aledaños del convento rodeada por un centenar de fieles que se turnaron para sostenerlo. Entre ellos se encontraba el consejero de Presidencia del Gobierno regional, Emilio del Río. Varios niños encabezaban la comitiva lanzando pétalos de flores al paso de las andas, sobre las que se levantaba un lienzo traído expresamente de Perú.

Cultura y gastronomía

Tras los actos religiosos, los asistentes se desplazaron al Seminario de Maristas para proseguir la fiesta con bailes típicos y una comida popular. Además de los peruanos residentes en La Rioja, acudieron otras personas procedentes de Vitoria, Pamplona, Burgos o Madrid. «El objetivo es integrarnos, por eso han venido también varios españoles», comentaban los miembros de la asociación. Omar Arana destacó también que «la sociedad riojana nos ha acogido muy bien, y por eso nos gusta que participen de nuestro fervor, nuestra cultura y nuestra gastronomía».

Otros peruanos miembros de la asociación hicieron hincapié en que «no sólo nos integramos los 300 peruanos que vivimos en La Rioja, sino que queremos hermanarnos con otras nacionalidades, y que todo el mundo vea que vamos con la honradez y el trabajo por delante». Entre otros proyectos, la comunidad peruana en La Rioja tiene en mente eventos deportivos e iniciativas empresariales en la industria agroalimentaria, con la comercialización de varios productos». Pero ayer era día de fiesta y había que disfrutar al máximo.