Un pesquero español rescata a 50 inmigrantes cerca de la costa de Trípoli

Diplomáticos lusos y españoles realizan gestiones para desembarcarlos en Libia.

Deia, Agencias , 15-10-2007

Santa Pola (Alicante). El pesquero Corisco, con base en Santa Pola (Alicante) y bandera portuguesa, rescató el sábado a 50 inmigrantes en alta mar y permanece en las costas de Trípoli, a la espera de las negociaciones diplomáticas para proceder al desembarco.

El presidente de la Cofradía de Pescadores de Santa Pola, José Ramón García Fuentes, confirmó que los inmigrantes están “bien” y que su embarcación, una lancha zódiac, se encontraba en alta mar “medio desinflada”.

Los tripulantes del Corisco ayudaron a los inmigrantes a subir a bordo, momentos antes de que la lancha se desinflara completamente y se hundiera. En este sentido, García Fuentes señaló que se está a la espera de recibir indicaciones sobre cómo proceder en esta situación.

Salvamento Marítimo informó de que el rescate en alta mar de los inmigrantes tuvo lugar el sábado y que entre ellos hay 42 hombres, cinco mujeres y tres niños.

La subdelegada del Gobierno en Alicante, Encarna Llinares, indicó que los embajadores en Libia de España, Joaquín Pérez Villanueva, y de Portugal han iniciado las conversaciones con el Gobierno de este país, para permitir al pesquero que desembarque a los inmigrantes rescatados. El Corisco tiene bandera portuguesa, patrón español y tripulantes españoles y portugueses.

Fuentes diplomáticas españolas señalaron que el objetivo es resolver el problema “cuanto antes” aunque, por experiencias anteriores, este tipo de situaciones no se han solucionado antes de 48 horas.

La historia se repite El rescate de cincuenta inmigrantes realizado el sábado en aguas de Libia por el barco Corisco, es la tercera acción humanitaria de estas características protagonizada desde julio de 2006 por pesqueros vinculados a esta población alicantina.

La embarcación Francisco y Catalina, de 26 metros de eslora, salvó el 14 de julio de 2006 a 51 inmigrantes subsaharianos a cien millas de Malta, entre los que había ocho mujeres dos de ellas embarazadas y una niña de dos años, cuando el cayuco en el que viajaban, sin agua ni comida, se hallaba perdido a su suerte.

Aunque el rescate fue en aguas libias, el pesquero se dirigió a Malta por ser el puerto más cercano, pero las autoridades de ese país impidieron en un principio su desembarco. Después de arduas gestiones diplomáticas que duraron ocho días y la evacuación de tres de los 51 inmigrantes, el barco llegó finalmente al puerto de La Valeta (Malta), donde desembarcaron al resto de subsaharianos.

Por su comportamiento en alta mar, los diez miembros de la tripulación del Francisco y Catalina, con base en Carboneras (Almería), la mitad de ellos de Santa Pola, recibieron numerosos galardones y homenajes, entre ellos la Medalla al Mérito Civil que concede el Gobierno español y la Medalla de Oro de la Cruz Roja Española.

El patrón del Francisco y Catalina es José Durá, armador también del pesquero Nuestra Madre de Loreto, con base en Santa Pola, que rescató el pasado 13 junio a 25 inmigrantes y un cadáver que ocupaban una patera a la deriva a 90 millas de Trípoli (Libia). Tras permanecer cuatro días en el pesquero alicantino, los inmigrantes, de entre 18 y 25 años, pudieron desembarcar en el puerto de Trípoli después de las gestiones realizadas por el Gobierno español.

De 32 metros de eslora, el Corisco sólo podrá abastecer de víveres a los inmigrantes y a la tripulación durante un tiempo máximo de “tres o cuatro días”, según dijo el propietario del barco, José López.

El Corisco zarpó de Santa Pola el pasado 10 de septiembre para la campaña de la quisquilla y que tenía previsto regresar a finales de este mes.

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