'Tarjeta azul' para la 'inmigración positiva'
Deia, , 15-10-2007el próximo 23 de octubre la Comisión Europea presentará una directiva que regule y facilite la entrada y residencia para trabajadores y trabajadoras inmigrantes altamente cualificados. Europa sigue así los pasos de Francia. Este país estudia aplicar un permiso de similares características, lo cual viene a confirmar la sospecha de que la uniformidad de políticas europeas en materia de extranjería va a tener un común denominador: la restricción en la entrada de población inmigrante y la búsqueda de la rentabilidad económica en el trabajo de este sector de la población.
El permiso de trabajo que se quiere otorgar a la población inmigrante de alta cualificación se denomina también tarjeta azul. Se pretende conceder el derecho a residencia y trabajo con la posibilidad de cambiar de Estado europeo, luego de dos o tres años de residencia, de manera que a través de esa acumulación de permisos se pueda obtener más rápido el de larga duración. Parece que el azul recupera el sentido nobiliario de antaño y la tarjeta de ese color mostraría la estratificación del colectivo de trabajadores inmigrantes entre los más privilegiados por un lado y los destinados a la precariedad laboral y a la temporalidad en la vigencia de sus permisos por otro.
El Comisario Europeo de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, denomina a esta nueva visión de la inmigración movilidad europea. Se han usado otros conceptos similares como el de inmigración circular.
CITE-CC.OO. quiere denunciar los peligros del uso y la aplicación de conceptos como movilidad y flexibilidad en el ámbito laboral, además si estos conceptos se dirigen al colectivo de trabajadores inmigrantes , cuya residencia muchas veces depende de la tenencia o no de un empleo, su uso es más grave, resultando evidente que se persigue una precarización de las condiciones laborales que terminará afectando también a los trabajadores y trabajadoras autóctonos.
Además Frattini plantea que esta medida puede ayudar a frenar la fuga de cerebros porque las remesas ayudan a las economías de los países de origen y en ocasiones las personas que vengan por esta vía pueden retornar. Pensar que la tarjeta azul va a frenar indirectamente la fuga de cerebros cuando precisamente la está fomentando es engañarse a uno mismo. Frattini miente cuando dice que las remesas frenan esa fuga. Las remesas benefician al país de origen en la medida en que repercutan en el desarrollo del tejido productivo local, de manera que beneficie a las capas más populares de los países de origen y se fortalezca al Estado mejorando además su soporte democrático social básico. Las políticas de la Unión Europea, especialmente la implementación de determinados Tratado de Libre Comercio, van dirigidos precisamente a la debilitación de la capacidad estatal para elaborar y ejecutar políticas económicas beneficiosas para el país.
Frattini identifica a la inmigración que llega a Europa con la “no estudiada” afirmando que “Europa acoge a los que no hacen estudios superiores en un porcentaje del 85%” además dice que la “inmigración que viene es negativa” y hay que “lidiar con la parte oscura del fenómeno”. Igual que aquellos tecnócratas que condenan y se declaran imparciales, el representante europeo identifica a la inmigración negativa como a la económica y forzada, es decir, la de las personas empobrecidas.
El discurso de Frattini y de la Unión Europea nos descubre una de las caras más oscuras del neoliberalismo. Ya en el año 1996, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en la llamada 1ª Declaración de la Realidad, alertaba sobre las consecuencias del mismo “…por encima de fronteras, sin importar razas o colores, el Poder del dinero humilla dignidades, insulta honestidades y asesina esperanzas. Renombrado como Neoliberalismo, el crimen histórico de la concentración de privilegios, riquezas e impunidades, democratiza la miseria y la desesperanza.”
CITE-CC.OO. se une a esa denuncia tan presente hoy, al trabajo por construir nuevas realidades y a la invitación que se hace en ese mismo discurso a “levantar la internacional de la esperanza, la unidad, por encima de fronteras, idiomas, colores, culturas, sexos, estrategias, y pensamientos, de todos aquellos que prefieren a la humanidad viva”.
La uniformidad de las políticas europeas en materia de extranjería pretende restringir la entrada
-
Se identifica como inmigración negativa a la económica y forzada de las personas empobrecidas
(Puede haber caducado)