Más de cien inmigrantes, veinte de ellos niños, alcanzan Canarias en dos piraguas
ABC, 15-10-2007ERENA CALVO
LAS PALMAS. Pese a que este año los controles efectuados han hecho disminuir la cifra global de inmigrantes ilegales, el flujo no cesa y tiene, dependiendo de los medios de detección que estén operativos y de las condiciones climatológicas, importantes repuntes.
Ayer, dos grupos, con 109 «sin papeles» en total, se convertían en los primeros en desembarcar en las Islas después de más de una semana sin tener que activar los dispositivos de rescate. La primera expedición alcanzaba de madrugada Fuerteventura con 19 ocupantes de origen magrebí. «La patera llegó cargada de menores, todos menos tres adultos», explicaron a este periódico fuentes de la Cruz Roja en la isla, al tiempo que añadieron que «se está multiplicando la llegada de chicos en los últimos meses».
El segundo grupo, de inmigrantes subsaharianos, tocaba tierra en el tinerfeño puerto de Los Cristianos. Interceptado por un avión de vigilancia, los noventa miembros del cayuco – entre los que también viajaba algún menor de edad – desembarcaron en el muelle escoltados por una embarcación de Salvamento Marítimo y la patrullera «Río Palma» de la Guardia Civil.
Esta nueva llegada rompe con la tendencia a la baja que presentaban las cifras de ilegales, al menos en las costas de Canarias. Frente a los más de 30.000 inmigrantes que consiguieron tocar tierra en las Islas el año pasado, en 2007 lo han hecho poco más de 7.000; un 70 por ciento menos en estos nueve meses, según datos de la Delegación del Gobierno.
De un tiempo a esta parte, la ruta del Sahara y de la costa africana más al sur de Casamance, en Senegal, se alzan como las alternativas más seguras. En un bar de un barrio del extrarradio de Dakar nos lo afirmaba a ABC Abu, uno de los africanos que busca abandonar su país para ganar dinero y mantener a su familia. «En una semana o dos estará listo el viaje y yo estaré preparado». Será su segunda vez, dice con tranquilidad.
Aún así, también reconoce que cada vez se está complicando más la salida de cayucos. «Se hacen menos viajes y los organizadores toman más precauciones». Las expediciones, apunta Abu, se hacen desde puntos situados más al sur, en su país, Senegal, o en otras zonas de Gambia, Conakry o Bissau. También ha oído hablar de la ruta del Sahara: «Otra posibilidad que puede ser más segura desde que los españoles vigilan la costa».
Sólo en lo que va de año, han sido ya 1.500 los inmigrantes detenidos en las costas africanas y canarias por medios de Frontex, integrados en su mayoría por patrulleras y aviones de la Guardia Civil. No están solos en el océano. El Ejército, con la operación «Noble Centinela», también ejerce funciones de vigilancia.
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