Inmigración ilegal

Un barco de Santa Pola rescata a 50 inmigrantes frente a la costa de Libia

La tripulación espera permiso para desembarcarlos y los víveres empiezan a escasear

Las Provincias, R. A., 15-10-2007

Un pesquero de Santa Pola rescató el sábado a 50 inmigrantes que navegaban a la deriva frente a la costa de Libia. Desde entonces la tripulación del buque Corisco espera el permiso de las autoridades libias para desembarcar a los pasajeros. La situación comienza a ser insostenible y la comida empieza a escasear. Sólo quedan víveres para tres días ya que el pesquero alicantino estaba a punto de regresar a puerto. Entre los inmigrantes rescatados, que se suma a la docena de tripulantes, hay tres niñas de entre dos y tres años y cinco mujeres. La historia se repite. Otro pesquero de Santa Pola se encuentra a la espera de que las autoridades libias permitan desembarcar a 50 inmigrantes rescatados el sábado en alta mar. La situación es complicada. Y es que entre los inmigrantes hay tres niñas de entre dos y tres años, cinco mujeres y los víveres empiezan a escasear. El temporal de lluvia que están sufriendo y el poco espacio disponible en la embarcación, sin condiciones para alojar a tantas personas, tampoco ayudan.

El pesquero Corisco, de 32 metros de eslora y con 12 tripulantes españoles y portugueses, zarpó el 10 de septiembre desde Santa Pola para la campaña de la quisquilla. Tenía previsto regresar a finales de mes, por lo que llevaba a bordo comida para alimentarse durante este periodo. Sin embargo, ahora son 62 personas y los víveres sólo podrán abastecer durante un tiempo máximo de “tres o cuatro días”, explicó ayer el armador, José López, hermano del patrón del Corisco, Antonio López.

El rescate tuvo lugar entre las dos y tres de la madrugada del viernes al sábado cuando la zodiac en la que viajaban los 50 inmigrantes de origen magrebí y subsahariano se acercó al pesquero, que faenaba en aguas de Libia.

La zodiac se encontraba “medio desinflada y los inmigrantes estaba nerviosos”, afirmó, López quien añadió que todos ellos se encuentran “bien” de salud, aunque “algo mareados” debido al “mal tiempo y la lluvia” que se registran en estos momentos en la zona. Algunos de los inmigrantes han recibido ropa de la tripulación –que ha dejado de faenar por el temporal y por la falta de espacio– para intentar resguardarse del frío.

Desde el sábado, los pescadores y los inmigrantes permanecen a 80 millas de la costa de Trípoli, mientras los embajadores de España y Portugal han iniciado los trámites para que el pesquero pueda dejar en tierra a los inmigrantes. Fuentes del Ministerio de Exteriores puntualizaron que el embajador español Joaquín Pérez Villanueva está realizando “intensas gestiones” con el Gobierno de Libia.

Por su parte, el Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de Santa Pola, José Ramón García, confió en que la situación “se resuelva pronto” y reclamó a la Comunidad Europea que “establezca cuanto antes planes específicos para coordinar este tipo de casos de manera más rápida y que no tengan que sufrir las personas que realizan el salvamento”.

Mientras, en Santa Pola, los vecinos recordaban ayer la mala suerte que acompaña a la flota pesquera (ya son tres los barcos que han tenido problemas diplomáticos por rescatar a inmigrantes) y, sobre todo, a este pesquero de bandera portuguesa. Hace unos meses el Corisco perdió a uno de sus tripulantes en las Islas Azores. Su cuerpo no pudo ser encontrado.

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