‘Desplazados’, de regreso a su país

El Universo, Nueva Loja, Sucumbíos, 13-10-2007

| Javier González

NUEVA LOJA

En doce buses y con resguardo policial y militar y de organismos de socorro retornó ayer un grupo de colombianos que se movilizó a esta localidad fronteriza como una forma de protesta  contra la erradicación de cultivos ilícitos.

Según el gobernador de Sucumbíos, William Barba, el alquiler del transporte costó 2 mil dólares y comenzó a las 05:30.

Los cerca de 380 colombianos recibieron atención en el albergue Apafano, a 10 kilómetros de la cabecera cantonal. Otro grupo del vecino país desistió de ingresar el pasado miércoles a San Lorenzo (Esmeraldas) al comunicársele que debía ir a Ibarra

En doce buses interprovinciales regresaron ayer los 600 desplazados del vecino país.

¡Puerto Nuevo, Puerto Nuevo! La palabra pronunciada ayer por un ciudadano colombiano rompió la aparente tranquilidad del albergue Apafano antes de las 08:00. Advertía a quienes estaban en ese lugar ubicarse en una fila. En ese sitio, a unos diez kilómetros de la ciudad, desplazados del vecino del norte fueron alojados desde el martes pasado.

El retorno para ellos inició a las 05:00. Los cerca de 380 visitantes se levantaron al filo de la madrugada y empezaron a colocar sus pertenencias en sacos de yute, mochilas, o a envolverlos en sábanas.

Doce buses alquilados de transporte interprovincial se apostaron en las afueras del albergue y solo ingresaban cuando los ciudadanos colombianos, estaban encolumnados, para llevarlos al límite territorial.

Eudines Castillo, dijo ser del Bajo Putumayo. Con una camisa amarilla desabotonada y botas de caucho aseguró irse tranquilo y contento con el trato recibido en Ecuador. Cuando se le preguntó por qué ingresaron a territorio ecuatoriano indicó: “Prácticamente estamos allá sufriendo por el conflicto… Nos han fumigado la comidita. (No solo que) arrancaron, fumigaron y ahora también están masacrando a la gente, entonces por eso salimos”.

“Las necesidades más grandes que tenemos es que nos dejen tranquilos, trabajar en nuestras veredas que no necesitamos que haya militares que nos estén amenazando”, explicó Castillo, quien negó plantar hoja de coca y asegura ser agricultor de plátano, maíz, yuca.

A las 08:30, dos buses, con 89 personas a bordo, con destino a La Punta dejaron el albergue. Dos patrullas policiales, uno adelante y otro detrás, escoltaron a las unidades hasta el puente internacional sobre el río San Miguel, división territorial, con el vecino del norte.

Gonzalo Cabezas, comandante de la Policía en Sucumbíos, explicó que su labor ha sido la de dar seguridad. “Se está cumpliendo el acuerdo al que llegaron ayer los líderes y hoy estamos cumpliendo el plan de desmovilización. Se les está protegiendo con vigilancia policial a fin de que ellos puedan retornar con tranquilidad y de esa manera garantizar la permanencia en nuestro territorio nacional”.

William Barba, gobernador provincial, dijo que si estos hechos vuelven a ocurrir, ellos están listos para atender cualquier inconveniente. Explicó que los colombianos regresaban a sus veredas de El Palmar, La Punta, Barranca Bermeja, Puerto Nuevo y Salinas.

Añadió que el contingente estaba elaborado con todas las normas de seguridad apoyados con la Policía Nacional, el Ejército y representantes de organismos internacionales como Naciones Unidas y Cruz Roja.

Para los niños esta realidad no pareció afectarlos. Mientras los mayores recogían sus pocas cosas y ordenaban los colchones prestados, tres menores de edad jugaban libremente en medio del patio central.

Carmen Oyola, quien dijo ser ama de casa y vivir en la cooperativa San Martín, sostuvo que tiene residencia ecuatoriana pero por solidaridad también participó en esta forma de protesta.

El convoy avanzó lentamente por la carretera que une Ecuador con Colombia. Los dos buses se detuvieron a las 09:31, antes de ingresar al puente sobre el río San Miguel, los desplazados no querían irse de suelo ecuatoriano.

Las risas, el bullicio, y la aparente tranquilidad que se vivieron en el albergue han cesado, pero más temprano, que tarde, pueden regresar.

Alquiler
Unos dos mil dólares costó el alquiler de los doce buses
que transportaron a los ciudadanos colombianos al límite territorial, dijo el gobernador, William Barba.

Operativo
La Policía Nacional y Fuerzas Armadas, organizaron un operativo de seguridad en el puente internacional San Miguel, que se ubica a 26 kilómetros de Lago Agrio, hasta el abandono del Ecuador de los desplazados.

Policía
250 policías a nivel de frontera, de control de albergues, movilización, y control del orden público colaboraron con el traslado de los desplazados en los buses contratados.

Sin declaraciones
Miembros del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) prefirieron no emitir declaraciones sobre el regreso de los desplazados colombianos a su territorio.

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