Una vecina dio la voz de alarma alrededor de las once de la mañana de ayer: cinco niños de corta edad se encontraban solos en una plaza de la localidad sevillana de Utrera. Agentes del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil del municipio se desplazaron rápidamente al lugar para comprobar si se trataba de un caso de abandono.

Los pequeños, de edades comprendidas entre tres meses y cinco años, fueron trasladados a dependencias policiales y posteriormente puestos a disposición de la delegación de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Utrera hasta que fueron entregados a sus padres, que quisieron restar importancia al asunto, argumentando que simplemente los pequeños habían salido a jugar a la calle, que no habían sido abandonados. En un primer momento se sospechó que se trataba de cuatro hermanos de origen rumano, aunque posteriormente, tras comprobarse las identificaciones, la Benemérita pudo comprobar que se trataba de hijos de varias familias inmigrantes, a las que Asuntos Sociales del Ayuntamiento utrerano localizaron para que se hicieran cargo de los pequeños, de tres meses, uno, tres y cinco años de edad.

Escolarizados

Horas más tarde de la llamada que comunicó el presunto abandono a la Guardia Civil, fuentes municipales indicaron que los niños ya se encontraban con sus progenitores, residentes en Utrera, concretamente en la barriada de La Paz. Las mismas fuentes Así aseguraron que los niños no estaban abandonados y que «simplemente» salieron a jugar a la calle, lo que provocó la llamada de la mujer denunciando los hechos.

Según las fuentes citadas, los menores se encuentran escolarizados, si bien las familias están pendientes de su vacunación por lo que, de momento, no pueden asistir al colegio.