El joven racista belga Hans Van Themsche fue condenado ayer a cadena perpetua por el asesinato de la niña belga de 2 años Luna Drowart y de su cuidadora maliense Oulematou Niangadou y por la tentativa de asesinato de una mujer de origen turco, Songul Koç, el 11 de mayo del 2006. El jurado popular del Tribunal Penal de Amberes rechazó el argumento de la defensa de que el joven padecía problemas psiquiátricos y le condenó a la máxima pena permitida por la legislación belga, con la aplicación por primera vez en el país del agravante de racismo.
La cadena perpetua en Bélgica equivale a 30 años de prisión. Pero una vez cumplido un tercio de la pena, el preso puede aspirar a la libertad condicional. En este caso, con el agravante de racismo, será mucho más difícil para Van Themsche lograr la excarcelación anticipada.

EXTREMA DERECHA
El doble asesinato conmocionó a todo el país por su frialdad, brutalidad y racismo. Van Themsche, procedente de una familia de Amberes vinculada a la extrema derecha independentista flamenca del Vlaams Belang (segundo partido de Flandes y tercero de Bélgica), tenía 18 años en el momento del crimen. El joven había sido expulsado en la víspera del internado donde estudiaba por fumar en su habitación. Humillado por esa expulsión, planificó una muerte heroica que le permitiera al mismo tiempo vengarse de las personas que más odiaba: los inmigrantes, a los que él llamaba “macacos”.
Van Themsche se rasuró el cráneo y se vistió, imitando a los personajes de los videojuegos, con un gran abrigo negro y botas militares. En una armería de Amberes compró un rifle de caza con toda facilidad y partió a la búsqueda de inmigrantes.
Su primera víctima fue Songul Koç, una mujer turca de 47 años que llevaba el cabello cubierto por un pañuelo y leía en un banco, y que cayó herida de gravedad. Después se cruzó con la joven maliense de 24 años Oulematou Niangadou, que paseaba a la niña Luna Drowart, la hija pequeña de un matrimonio belga. Van Themsche disparó a la joven por la espalda cuando intentaba huir y después abatió a la niña. Su marcha asesina fue detenida por un policía, que logró herirlo y le privó de este modo de la muerte heroica que buscaba.