El TSJC pide una solución «urgente» para frenar los efectos del proceso de regularización de 2005 El titular del juzgado número 2 del registro civil de Barcelona remitió hace unos días un informe al Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), en el que expresaba su desesperación por una situación que ya considera insostenible. Argumenta que no hay suficiente personal para atender el «incremento desproporcionado de trabajo en relación con la capacidad de respuesta de la plantilla existente». El motivo: la tramitación de las nacionalidades a los inmigrantes.

En dicho documento, el juzgado hacía constar que el proceso de regularización de inmigrantes emprendido por el Gobierno durante el mes de agosto de 2005, sumado al posterior y relacionado aumento de las gestiones y trámites relativos a las nacionalidades, ha dejado a los registros civiles, encargados específicamente de estas tareas en una situación «muy grave», según el TSJC, que ya comienza a extenderse a otras grandes poblaciones catalanas.Aunque el problema más visible está en Barcelona ciudad, respondiendo proporcionalmente a un mayor volumen de solicitudes.

Trámites por internet

Escuchando el problema, la sala de gobierno del alto tribunal catalán reclama «una solución urgente», y propone unas cuantas.La primera de ellas es fomentar el uso de internet como mediadora entre el ciudadano y la Administración. Los jueces instan a la Generalitat a que promueva ante el Ministerio de Justicia «la urgente y necesaria» implantación de los sistemas informáticos de gestión de solicitudes que permitan que los ciudadanos puedan dirigirse a los registros civiles de Catalunya a través de internet.

Sugiere, también, «la necesaria implantación de los sistemas de gestión de tramitación procesal de los expedientes», y pide al Departament de Justícia más medios personales de refuerzo, que «garanticen la formación y experiencia necesaria para asumir las funciones específicas a realizar». En concreto, la sala de gobierno pide diez personas más para el desesperado juzgado número 2, y en concreto para las secciones 4 y 14 de nacionalidades, «actualmente compuestas de un número insuficiente de personas».Según los cálculos de los responsables del TSJC, tres funcionarios «asumirían la gestión de información al ciudadano sobre la documentación a aportar, cita previa y atención telefónica», mientras los siete restantes «convendría distribuirlos» entre las tareas que se requieran en dichas secciones.

El problema, que también se está «extendiendo» a los registros civiles de otras grandes poblaciones catalanas, obliga a que se les deberá dotar, también, «de las correspondientes medidas puntuales de apoyo o refuerzo».

El TSJC apuesta también por realizar un estudio en profundidad de la organización interna de los tres juzgados del Registro Civil de Barcelona, especialmente en analizar las secciones existentes, el aprovechamiento de las plantillas, y de los criterios de reparto de las tareas asignadas.

Colas de madrugada

Los registros civiles catalanes tienen a sus puertas desde hace semanas largas colas de inmigrantes. En las instalaciones de L’Hospitalet de Llobregat, latinoamericanos y norteafricanos «esperan incluso desde las dos de la madrugada a que abran las puertas, pasando la noche entera a la intemperie», según explicaron a este diario fuentes judiciales, que dicen no entender cómo la situación generada, tan previsible, no ha podido atajarse antes. Mientras, la misma situación se está reproducido en las zonas del Baix Llobregat y a las comarcas del Vallès. Debe tenerse en cuenta, además, que el proceso de nacionalización tarda algo más de tres años en culminarse.