Tribunales

«Muchas veces hasta vomitaban por el balcón»

El Mundo, PABLO HERRAIZ, 12-10-2007

Los vecinos de la pareja desahuciada por ruidosa denunciaron más de 30 veces La decisión de la Audiencia Provincial de echar durante un mes a una pareja de su casa de Carabanchel ha traído polémica. Después de un juicio en primera instancia perdido por la comunidad de vecinos, la Audiencia ha rectificado esa decisión y ha condenado a Antonio y Marlene a marcharse del 2º B de la calle del Radio, 6, por tener un piso abarrotado de gente y de ruidos.


Ayer, esta pareja anunció su decisión de denunciar a la comunidad de vecinos por lo ocurrido, pero los inquilinos del inmueble mantienen que han sufrido lo suyo durante años.


Desde finales del 99, Marlene y Antonio se dedicaban a alquilar camas a inmigrantes en su piso, donde vivían de alquiler, según los denunciantes. Marlene y Antonio dijeron que tomarán acciones legales por estas denuncias, informa Europa Press.


«A veces llamaba gente a nuestro telefonillo a las tres de la mañana y nos preguntaban si alquilábamos camas», recordaba ayer una vecina del edificio. Según otra inquilina, era muy habitual que en la escalera se montara jaleo: «Cada dos por tres, los que dormían en el piso se orinaban en la escalera, vomitaban… A veces incluso había sangre de las peleas, y muchas veces hasta vomitaban por el balcón, que eso lo he visto yo», decía la vecina.


La primera excusa de Marlene para justificar el ruido es que era representante de cosmética y al piso iban los clientes: «¿Compraban perfumes a las dos de la mañana? Yo no me lo creo», dudaba una de las vecinas.


Ahora, en cambio, los ruidos de su piso los achacan a las tuberías, pero no a los realquilados, que según la comunidad podían ser hasta 15 ó 16 en un piso de menos de 70 m2. En 2003 los vecinos perdieron el primer juicio, pero ahora la Audiencia ha condenado a la pareja a marcharse durante un mes.


Ayer por la mañana todavía estaban en la vivienda, pero por la tarde este periódico intentó contactar con ellos en su casa y no contestó nadie. Desde hace un tiempo, la pareja ha adquirido el piso en propiedad y los inquilinos de la calle Radio, 6, coinciden en que las molestias han cesado, aunque en los años pasados aseguran que la Policía ha tenido que acudir a poner orden en numerosas ocasiones.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)