MÁLAGA
La presencia de pacientes inmigrantes con problemas psíquicos en los servicios de salud mental ha experimentado un importante crecimiento en los últimos años. Los trastornos de adaptación provocan síntomas depresivos y de ansiedad en muchas de esas personas. Los psiquiatras de la sanidad pública andaluza han pasado de ver de forma testimonial a enfermos extranjeros a atenderlos de forma habitual, según explicaron ayer varios profesionales en una jornada celebrada en el Hospital Clínico Universitario con motivo del Día Mundial de la Salud Mental.

Aunque los trastornos psiquiátricos afectan por igual, independientemente de la raza o el país de procedencia, la soledad, el cambio de costumbres, la marginación social, el desconocimiento del idioma, la falta de trabajo y el no tener regularizada su situación generan la aparición de cuadros depresivos o de ansiedad, a los que se unen a veces brotes psicóticos en los casos más graves.

Tendencia al alza

El psiquiatra de la unidad de agudos del Clínico Álvaro Doña dijo que hace seis años el ingreso en el hospital de un paciente inmigrante con trastornos mentales era una anécdota y, en cambio, ahora se producen dos o tres nuevos ingresos semanales. En términos parecidos se expresó el psiquiatra Antonio González, del centro sanitario de Las Albarizas (Marbella). «En los equipos de salud mental atendemos un goteo continuo de enfermos inmigrantes . Y esta tendencia no ha hecho más que empezar; cada vez vamos a ver muchos más casos, porque la provincia de Málaga es una zona de acogida», señaló González.

«Un paciente inmigrante siempre es un reto para nosotros. Son casos interesantes desde el punto de vista médico en los que debemos esforzarnos para comprender qué es lo que realmente pasa», indicó Álvaro Doña. Uno de los principales problemas que dificulta la labor de los psiquiatras a la hora de entender a esos pacientes es la barrera del idioma. Para superarla, el Clínico cuenta con un equipo de voluntarios que ejercen de intérpretes.

En torno al 20% de los enfermos ingresados en la unidad de agudos de psiquiatría del Clínico son inmigrantes , según manifestó el coordinador de este dispositivo, Andrés de Linares.

Por países procedencia, el número mayoritario de pacientes atendidos son magrebíes, seguidos por ciudadanos de países nórdicos y anglosajones. En este caso, más que inmigrantes que vienen a buscar trabajo y unas condiciones de vida mejores, son personas mayores que pasan largas temporadas en la Costa del Sol. Los médicos intentan, cuando le dan el alta a los enfermos, que logren una integración social y que cumplan el tratamiento fijado.