La niña kosovar 'sin papeles' está bajo amparo de la Iglesia austriaca
El jefe del Gobierno regional de Alta Austria desafía a Viena y visita a la menor
El Periodico, , 11-10-2007GONZALO CÁCERES
BERLÍN
El Gobierno regional de Alta Austria confirmó la reaparición de Arigona Zogaj, la niña kosovar de 15 años que conmovió a todo el país al esconderse en diversos lugares para eludir a la policía, que tenía orden de detenerla y deportarla, y amenazar con suicidarse. La menor se encuentra ahora bajo la protección de la Iglesia católica y asistida por psicólogos, según el ministro presidente de Alta Austria, el conservador Josef Pühringer.
Pühringer pasó por encima de la prohibición del Ministerio del Interior austríaco y mantuvo un encuentro con la adolescente sin avisar a la policía, aún a riesgo de una condena de hasta seis meses de prisión. Aduciendo razones humanitarias, el jefe del Gobierno regional se entrevistó con la niña en un edificio de propiedad eclesiástica, en la localidad de Ungenach. “Le dije que, mientras esté bajo mi jurisdicción, no le va a pasar nada”, señaló.
Tras su encuentro con Arigona, Pühringer dijo que “ya no existe el peligro de suicidio”. La joven había afirmado, en un vídeo difundido por la televisión austríaca, que si no se le permitía quedarse en Austria, prefería quitarse la vida.
CINCO AÑOS DE ESPERA
El caso desató en el país una gran controversia sobre la inmigración y el derecho de asilo. Austria no cuenta con una legislación ágil y los solicitantes de asilo deben esperar hasta más de cinco años para obtener una respuesta.
El caso de Arigona y su familia, cuya madre permanece aún en Austria ya que sufrió una dolencia cardiaca cuando fue deportado su marido y sus otros cuatro hijos, ha provocado una verdadera rebelión popular, encabezada por destacadas personalidades de la vida cultural. Un grupo de prominentes artistas, escritores, intelectuales, y representantes de organizaciones humanitarias, anunciaron públicamente ayer, en un artículo en el diario Der Standard, que están dispuestos a ir a la cárcel para proteger a los sin papeles.
Los firmantes del artículo aseguraron estar “dispuestos a esconder a personas que va a ser deportadas”. “Un país que deportó a más de 120.000 personas hace 60 años, debe desarrollar hoy una política humanitaria”, subrayó el escritor Robert Schindel.
En el centro de las criticas está el ministro del Interior austríaco, el popular (ÖVP) Günther Platter (del mismo partido que Pühringer), quien mantiene una posición dura en el caso de Arigona y se niega a revisar las leyes de extranjería. “Lo que hace Platter no solo es asocial, es también poco cristiano”, afirmó el jefe de Los Verdes, Alexander Van der Bellen, durante una manifestación que reunió a casi 10.000 personas en el centro de Viena.
“ENORME ESFUERZO”
“Austria ha realizado un enorme esfuerzo para ayudar a los kosovares durante la guerra y ha recibido muchos refugiados, pero no puede solucionar todos los problemas del mundo”, dijo ayer Platter en una sesión del Parlamento solicitada por Los Verdes. La cámara rechazó un voto de no confianza contra el ministro.
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