BADALONA.- El reto de acoger a los inmigrantes es tan delicado que incluso con una chuleta puede irse al traste. Así lo piensa el Ayuntamiento de Badalona, que ha optado por que los escolares musulmanes de sus guarderías dispongan de un menú alternativo los días en que los centros ofrezcan carne de cerdo.

El Islam prohíbe a sus fieles ingerir porcino y por esa razón un matrimonio de origen paquistaní se negó a que su hija fuera al parvulario municipal Ralet Ralet el día que se cocinaba cerdo.La postura de la pareja había afectado también a otro de sus hijos, de 11 años, que se había ausentado de ir a clase para atender a la pequeña. La decisión modifica la normativa que el Gobierno local – constituido por PSC, CiU y ERC – anunció a las familias en septiembre y en la que advertía de que no habría distinciones en los menús por «hábitos o costumbres familiares».

El concejal de Educación, el socialista Josep Duran, aseguró que el caso es «una excepción» entre las 200 plazas de guardería pública del municipio: «Es una cuestión menor y preferimos flexibilizar una medida sin que nos produzca más costes en vez de generar crisis de convivencia». Según Duran, la pequeña ha faltado dos veces a la escuela este curso: un día por fiebre y otro coincidiendo con la única vez que se sirvió cerdo. En todo caso, la elaboración de platos para niños musulmanes no es ninguna novedad, ya que algunos padres acordaban con la empresa que preparaba los menús hasta el curso pasado reservar recetas para sus hijos los días en que se guisaba cerdo.

Ayer el concejal se reunió con la firma de catering Entorn, que gestiona el servicio de comedor de las dos guarderías municipales de Badalona desde este curso y que seguía la orden de proveer un único menú para todos los alumnos. La empresa no puso reparos a incluir platos específicos para los niños que no coman ciertos ingredientes por motivos religiosos y presentará un nuevo proyecto en unos días al Consistorio, que deja claro que mantendrá la carne para los demás escolares. La rectificación ha sido anunciada a los parvularios, que no contaban con ninguna queja por la norma instaurada este curso. «Ninguna familia se había opuesto», dijo Duran, quien sostuvo que la intención del Ayuntamiento es «evitar conflictos entre comunidades».

No obstante, el líder del PP de Badalona, Xavier García Albiol, acusó al equipo de gobierno de caer en el «chantaje» que imputa a la familia de los pequeños: «Hay musulmanes que abusan pidiendo un trato diferencial y, si empezamos a hacer singularidades, entraremos en una situación peligrosa». Por su parte, el portavoz de la comunidad islámica de la ciudad, Abdesalam Benajiba, aprobó la decisión del Consistorio, aunque criticó la tomada por los padres: «Si toman esta excusa, habrá quien se quejará con razón de que los extranjeros no queremos adaptarnos».

Por otro lado, la concejalía de Educación ha instado a la oficina de servicios sociales a que investigue el caso del otro hijo del matrimonio que, al parecer, tampoco fue al colegio para cocinar para la pequeña, aunque el Ayuntamiento no supo concretar a este diario cuántos días dejó de acudir el menor al centro Baldomer Solà.