150 enfermos pactan dónde verse con un sanitario para medicarse
El Periodico, , 10-10-2007Cuando un enfermo de tuberculosis que ha permanecido hospitalizado desde el inicio de su tratamiento deja de ser contagioso – – lo que sucede tres o cuatro semanas después de cumplir la terapia – – , los médicos pueden sugerirle una curiosa alternativa, llamada tratamiento directamente observado (TDO), que consiste en que el paciente pacta con un sanitario el lugar en que se encontrarán, a diario, para tomar las pastillas en su presencia.
Esa es la forma de tratamiento que siguen en la actualidad 120 enfermos de tuberculosis en Barcelona, unos 150 en toda Catalunya. “Se citan en una estación de metro, en un bar, en un banco de la calle o donde el enfermo decide, a la hora que a él le va bien – – explica José Maldonado, director del hospital antituberculoso, llamado oficialmente Serveis Clínics – – . Muchas veces, ni lo saben sus familias: lo importante es que el sanitario vea cómo se traga las pastillas, nada más”. La opción del TDO, sin embargo, no fue aceptada por los pacientes que acabaron custodiados por los mossos.
INMIGRANTES
Si las autoridades sanitarias catalanas han recurrido en el último año, y por primera vez, a la autoridad judicial para garantizar un tratamiento ha sido por el perfil de los enfermos implicados, explica Joan Artur Caylà, de la ASPB. “El 45% de los infectados son inmigrantes en situación muy difícil”, afirma.
“Siempre ha habido enfermos que se negaban a cumplir el tratamiento, pero ahora la cosa ha empeorado – – corrobora el doctor José Maldonado, director de Serveis Clí –
nics – – . Muchos, son inmigrantes venidos del este de Europa, que desconocen el concepto de riesgo sanitario que tenemos aquí y no se dan cuenta de que están enfermos, porque se sienten bien: han venido a trabajar y no se les pasa por la cabeza quedarse en casa, para curarse”.
La negación de un pequeño pero conflictivo sector de enfermos de tuberculosis a acatar un tratamiento no es un fenómeno exclusivo de Barcelona. La comunidad de Madrid recurrió hace tiempo a la vía judicial y policial para hacer cumplir las terapias, asegura Caylà. “En Madrid, a esos enfermos los envían al hospital de Cantoblanco o al sanatorio de Fuenfría, donde quedan bajo la custodia de la Guardia Civil – – afirma – – . Como Fuenfría es un pueblo muy pequeño, cuando hay que custodiar a enfermos de tuberculosis, los vecinos se quedan sin protección”.
RIGOR EN NUEVA YORK
En Nueva York (EEUU), ciudad que registró una autentica epidemia de tuberculosis en los años 80 a consecuencia de la irrupción del sida, el cumplimiento del tratamiento antituberculoso es hoy mucho más estricto que en España, aseguran los técnicos catalanes. Todos los enfermos, sean reticentes o no a los fármacos, están obligados a tomar la medicación diaria en presencia de un sanitario.
Si no cumplen ese requisito, pueden ser denunciados ante la policía, que tiene autorización para ingresarlos en un hospital penitenciario hasta que dejen de ser contagiosos. “De esa forma, el proceso es mucho más ágil”, insisten los expertos, partidarios de que aquí se autorizara una medida similar.
(Puede haber caducado)