CARMEN ECHARRI

CEUTA. La dirección provincial del Ministerio de Educación en Ceuta ha pedido un informe sobre el problema ocasionado ayer después de que la dirección del colegio Severo Ochoa denegara la entrada a tres niñas musulmanas por llevar pañuelo. La polémica surgió ayer cuando las tres niñas quisieron acudir al colegio con su pañuelo islámico, y les fue prohibida la entrada. Ya con anterioridad habían intentado la misma acción, encontrándose el veto de la dirección, por lo que la familia de las chicas considera que se está ante una medida «discriminatoria».

La dirección del centro argumenta que existe una norma reciente que impide a los alumnos acudir con gorras, pañuelos, piercings o diademas, sin que se pretenda con ello atentar contra un sentimiento religioso, sino crear una uniformidad entre los alumnos.

El presidente de la unión de comunidades islámicas de Ceuta, Laarbi Maateis, argumenta que las menores no pueden estar sin escolarizar y mantiene que con actitudes de este tipo de se crea una «alarma social con una orden que ha sido programada por el centro, sin que la norma haya partido del Ministerio».

Maateis invoca asimismo el artículo 16 de la Constitución, que garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto.