El hiyab y el derecho a la educación
La Vanguardia, , 05-10-2007MOHAMED CHAIB – Diputado del PSC en el Parlament
El debate del pañuelo debería superarse y centrarnos en cómo formar a las niñas musulmanas
Estos días estamos viviendo en Catalunya una polémica sobre el hiyab – pañuelo que no tapa la cara, mientras que el velo sí lo hace- que lleva una alumna musulmana de la escuela pública Annexa -Joan Puigbert de Girona.
En primer lugar quiero expresar mi satisfacción por la decisión del Departament d´Educació de la Generalitat de reincorporar inmediatamente a la niña en la escuela. Y lo hago desde mis años de experiencia en este campo, pero también desde el punto de vista personal, pues tengo cinco hermanas, unas con y otras sin pañuelo y jamás ha sido éste un tema de debate en casa. Hablamos de los problemas de la vida diaria como cualquier otra familia autóctona, y llego a la conclusión de que este debate es falso y que no lleva a ningún lugar.
El derecho a la educación es universal, está por encima de las religiones y de si una niña lleva o no el pañuelo. Y la Administración tiene la obligación de garantizarlo. En Catalunya nunca ha sido un problema el pañuelo de las niñas musulmanas. Las escuelas y los profesores están resolviendo esta cuestión con gran profesionalidad y normalidad.
Por tanto este centro crea un problema cuando realmente no existe en la práctica, y ha conseguido que la niña quede marcada para toda la vida.
Desgraciadamente, después de décadas de residencia de los musulmanes en Europa, el gran debate sigue siendo el pañuelo de la mujer musulmana. Significa que las cosas no se han hecho bien porque esta cuestión debería estar más que superada. ¿Por qué no se habla de cómo formar y preparar a las niñas musulmanas con o sin pañuelo, de la importancia de su éxito escolar y de la igualdad de oportunidades? Ya decidirán ellas qué hacer con su pañuelo. Este es el verdadero debate y no ese otro que no hace más que dar alas y argumentos a los fanáticos de uno y otro lado. De una parte, algunos extremistas musulmanes que ven en la prohibición del pañuelo un argumento más para decir a los jóvenes que queda claro que la sociedad catalana no quiere que los musulmanes prosperen, y que por tanto no hace falta que se incorporen a la participación y a la democracia de nuestra sociedad. Es evidente que si no nos responsabilizamos de nuestros jóvenes catalano-musulmanes y evitamos estos debates secundarios, otros se encargarán de hacerlo. Por otro lado, se dan así argumentos a extremistas autóctonos que aprovechan la más mínima circunstancia para atacar a los musulmanes, aunque en realidad su interés no es el pañuelo, sino ideológico, en defensa del prosionismo, de la violencia y del enfrentamiento. Lo lamentable es que determinados medios de comunicación les dan cobertura para intentar romper la convivencia, con demagogia, mentiras y sin respetar a nadie, intentando confundir a la ciudadanía.
Hoy tenemos un gran número de jóvenes en nuestras escuelas, musulmanes o no, que son el futuro de nuestro país. Ayudémosles para que no les marque ni su origen ni su nombre a la hora de abrirse un futuro digno en Catalunya.
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