TUCSON, Arizona, (EFE). Una nueva arma que lanza proyectiles de plástico con gas pimienta o pintura es la nueva herramienta con la que cuentan agentes de la Patrulla Fronteriza en la frontera entre Arizona y Sonora (México).

Los agentes fronterizos en los sectores de Tucson, Yuma y San Diego son los primeros en el país en portar el arma conocida como FN – 303, informó el martes el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

Ante el anuncio, el gobierno de México, a través de la Cancillería, refrendó en un comunicado que la problemática fronteriza sólo puede ser resuelta mediante el diálogo y la cooperación bilateral.

El nuevo equipo antimigrante es considerado como menos letal y utiliza aire comprimido para lanzar proyectiles de plástico que contienen gas pimienta o pintura que se libera al hacer contacto.

De acuerdo con CBP, el arma está diseñada para incapacitar a una persona sin causar heridas graves.

Las nuevas armas podrían ser utilizadas en contra de inmigrantes indocumentados que se resistan a su arresto, contrabandistas o contra aquellas personas que atacan con piedras u otros objetos a los agentes fronterizos.

Pero para activistas como Isabel García, directora de la Coalición de los Derechos Humanos de Arizona, el uso de este equipo sólo incrementará la tensión entre las comunidades fronterizas.

La Patrulla Fronteriza tiene un largo historial de actos violentos en contra de los inmigrantes y de nuestras comunidades, dijo ayer García en entrevista con la agencia EFE.

Este es simplemente un camino más hacia la completa militarización de la frontera, agregó.

Sostuvo que este tipo de política de ninguna manera resuelve la problemática que rodea el flujo migratorio, pero sí incrementa los abusos y violaciones a los derechos civiles de los inmigrantes indocumentados.

Quién va a defender a personas como un niño de 14 años que nos relató cómo un agente fronterizo lo golpeó en la espalda solamente porque continuaba curando sus pies que estaban destrozados por caminar tantos días en el desierto, cuestionó.

De octubre de 2006 al 31 de julio, la Patrulla Fronteriza sector Tucson reportó 179 ataques en contra de sus oficiales, quienes dispararon en 16 ocasiones.

TUCSON, Arizona, (EFE). Una nueva arma que lanza proyectiles de plástico con gas pimienta o pintura es la nueva herramienta con la que cuentan agentes de la Patrulla Fronteriza en la frontera entre Arizona y Sonora (México).

Los agentes fronterizos en los sectores de Tucson, Yuma y San Diego son los primeros en el país en portar el arma conocida como FN – 303, informó el martes el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

Ante el anuncio, el gobierno de México, a través de la Cancillería, refrendó en un comunicado que la problemática fronteriza sólo puede ser resuelta mediante el diálogo y la cooperación bilateral.

El nuevo equipo antimigrante es considerado como menos letal y utiliza aire comprimido para lanzar proyectiles de plástico que contienen gas pimienta o pintura que se libera al hacer contacto.

De acuerdo con CBP, el arma está diseñada para incapacitar a una persona sin causar heridas graves.

Las nuevas armas podrían ser utilizadas en contra de inmigrantes indocumentados que se resistan a su arresto, contrabandistas o contra aquellas personas que atacan con piedras u otros objetos a los agentes fronterizos.

Pero para activistas como Isabel García, directora de la Coalición de los Derechos Humanos de Arizona, el uso de este equipo sólo incrementará la tensión entre las comunidades fronterizas.

La Patrulla Fronteriza tiene un largo historial de actos violentos en contra de los inmigrantes y de nuestras comunidades, dijo ayer García en entrevista con la agencia EFE.

Este es simplemente un camino más hacia la completa militarización de la frontera, agregó.

Sostuvo que este tipo de política de ninguna manera resuelve la problemática que rodea el flujo migratorio, pero sí incrementa los abusos y violaciones a los derechos civiles de los inmigrantes indocumentados.

Quién va a defender a personas como un niño de 14 años que nos relató cómo un agente fronterizo lo golpeó en la espalda solamente porque continuaba curando sus pies que estaban destrozados por caminar tantos días en el desierto, cuestionó.

De octubre de 2006 al 31 de julio, la Patrulla Fronteriza sector Tucson reportó 179 ataques en contra de sus oficiales, quienes dispararon en 16 ocasiones.