Sentencia a coyotes por muerte de salvadoreños
La Prensa Gráfica, , 04-10-2007Siete compatriotas murieron en agosto de 2004, cuando el vehículo en el que viajaban cayó en un canal de riego.
Editor del periódico Hora CeroEspecial para LA PRENSA GRÁFICA
Tres traficantes de personas implicados en la muerte de nueve inmigrantes centroamericanos en un accidente ocurrido en agosto de 2004 fueron sentenciados por su responsabilidad de los hechos. Las penas no superan los 10 años de prisión.
Los traficantes fueron identificados como José Antonio Arizpe Elizondo, de 24 años; Norberto Garza, de 24; y Héctor Garza, de 58, todos ciudadanos estadounidenses y residentes en la ciudad fronteriza de Pharr, Texas.
Estas personas fueron encontradas culpables de la muerte de nueve inmigrantes centroamericanos (siete salvadoreños y dos hondureños) que murieron el 11 de agosto de 2004, cuando el automóvil en el que viajaban cayó en un canal de irrigación al intentar escapar de la Patrulla Fronteriza.
Un juez federal sentenció a Arizpe Elizondo a 100 meses (ocho años y tres meses) de cárcel, con tres años de libertad supervisada; mientras que Norberto Garza recibió 58 meses (cuatro años y ocho meses) de cárcel y tres años de libertad supervisada.
El otro de los implicados, Héctor Garza, fue sentenciado a 21 meses (un año y siete meses) de prisión y dos años de libertad supervisada.
Estas personas fueron detenidas por agentes especiales de Migración de Estados Unidos quienes investigaban el accidente en el que perecieron los centroamericanos que acababan de ingresar ilegalmente a la Unión Americana.
El modus operandi
Las pesquisas determinaron que Arispe Elizondo vigilaba los movimientos de las autoridades; Norberto Garza se supone que recogía a los indocumentados en alguna zona cercana al río Grande y luego los llevaba hacia la casa de su padre, Héctor Garza, en la localidad de Pharr. En esta residencia, los inmigrantes permanecían varias horas.
En el caso de este accidente y de acuerdo con los reportes oficiales, los hechos sucedieron aproximadamente a las 11 de la noche del 11 de agosto de 2004 en un camino llamado McColl, que se encuentra ubicado a menos de un kilómetros de la frontera con México.
A esa hora, un automóvil sedán Ford LTD que transportaba a 10 centroamericanos buscaba escapar de la Patrulla Fronteriza.
En su intento de fuga, el conductor apagó las luces del vehículo y perdió el control, por lo que no pudo evitar caer en un canal de irrigación. En el percance, nueve personas murieron, pues algunos de los migrantes se encontraban en el baúl del carro.
(Puede haber caducado)