JERUSALÉN.— Es inevitable plantear la pregunta: ¿Hay neonazis en Israel? Es inevitable, a raíz de los ataques contra sinagogas y acciones racistas contra extranjeros.

Hace unos días fueron detenidos ocho jóvenes miembros de una célula que usaba como parte integral de su vida los símbolos nazis y que también había perpetrado actos de violencia racista y anti judía, parte de los cuales ellos mismos filmaron.

Este fin de semana, sin ir más lejos, tuvo lugar un ataque contra una sinagoga de la ciudad portuaria de Haifa (norte de Israel), donde quemaron una cabaña levantada por la fiesta de los Tabernáculos y pintaron esvásticas.

Los responsables de la sinagoga Neveh David denunciaron el domingo ante la policía los hechos que ocurrieron cerca de la medianoche del sábado.

Los atacantes incendiaron la cabaña que habían construido a la entrada de la sinagoga con motivo esta semana de la fiesta de Sucot o de los Tabernáculos, en la que afloran decenas de miles de cabañas por todo el país para recordar el éxodo del pueblo judío de Egipto, hace más de 3 mil años.

Además, destrozaron un número indeterminado de libros de oraciones, y en sus páginas escribieron “muerte a los religiosos” y pintaron esvásticas.

Se trata del cuarto ataque de este tipo en la zona de Haifa en las últimas semanas, informó el diario Yediot Aharonot.

Precisamente el 9 de septiembre, ocho jóvenes, ciudadanos de Israel de entre 16 y 22 años, todos ellos oriundos de la ex Unión Soviética, fueron detenidos para investigar si se trata de una bande neonazi o son simplemente vándalos. Se trata de inmigrantes con lejanos ascendentes parciales judíos, aunque ellos mismos no de identidad judía, que lograron instalarse en Israel aprovechando ciertas lagunas en la Ley del Retorno que da ciudadanía automática a todo judío que llegue el país, pero que no se sienten parte verdadera de la sociedad israelí.

Celebraban el cumpleaños de Hitler y se fotografiaban haciendo orgullosos el saludo nazi, algo que al parecer nadie había concebido que podría suceder justamente en Israel, el Estado judío.

Pero la pregunta es si realmente se puede hablar de un movimiento neonazi.

David Bankier, director del Centro de Investigación del Holocausto en Yad Vashem, el Museo Recordatorio del Holocausto en Jerusalén, no lo cree.

“Aquí yo no no haría mucho énfasis en la ideología que esa gente tiene. Son criminales que legitiman su criminalidad dentro de cierto marco ideológico existente, pero lo esencial en ellos no es la ideología sino la violencia, la delincuencia”, dice a EL UNIVERSAL.

Sin embargo, en el Departamento de Investigación de Delincuencia Juvenil en la policía de Ramle, que se hizo cargo de este caso, no piensan igual. Amit Hillel, uno de los oficiales encargados del expediente, fue contundente cuando se le comentó la opinión de Bankier.

“Cuando uno está expuesto al material de la investigación y ve gente que realmente cree que Hitler es como el mesías, que hay que celebrarle el cumpleaños y leer ese día de Mein Kampf (Mi lucha, libro escrito por Adolfo Hitler)… es otra cosa. Es gente para la que esto era realmente su agenda”.

“Uno no puede, por un dibujo en la pared, hablar ya de una célula neonazi, pero acá vimos realmente una célula sumamente ordenada, muy organizada, algo que no se ve todos los días. Desde este punto de vista, realmente es algo que uno ve una vez en la vida”, afirma el oficial.

Amit Hillel cuenta de la violencia de la célula, claramente motivada por posiciones racistas. Algunas de las pruebas son filmaciones que los propios sospechosos realizaron.

“En parte de las películas, se ve por ejemplo a un hombre en un parque de Tel Aviv, un hombre que no estaba amenazando ni molestando a nadie, se le tiran encima, lo obligan a arrodillarse y pedir perdón al pueblo ruso por ser judío. Un amigo viene a ayudarlo y también él es golpeado”. También atacaban, aclara, a trabajadores extranjeros.

Contra los jóvenes detenidos han sido presentados cargos por sospechas de ataques en condiciones agravantes, ataques por consideraciones racistas y violación de la ley contra la negación del Holocausto. No se habla acá de neo nazis. Israel, evidentemente, no concibió que tendría alguna vez que lidiar con una situación así.

JERUSALÉN.— Es inevitable plantear la pregunta: ¿Hay neonazis en Israel? Es inevitable, a raíz de los ataques contra sinagogas y acciones racistas contra extranjeros.

Hace unos días fueron detenidos ocho jóvenes miembros de una célula que usaba como parte integral de su vida los símbolos nazis y que también había perpetrado actos de violencia racista y anti judía, parte de los cuales ellos mismos filmaron.

Este fin de semana, sin ir más lejos, tuvo lugar un ataque contra una sinagoga de la ciudad portuaria de Haifa (norte de Israel), donde quemaron una cabaña levantada por la fiesta de los Tabernáculos y pintaron esvásticas.

Los responsables de la sinagoga Neveh David denunciaron el domingo ante la policía los hechos que ocurrieron cerca de la medianoche del sábado.

Los atacantes incendiaron la cabaña que habían construido a la entrada de la sinagoga con motivo esta semana de la fiesta de Sucot o de los Tabernáculos, en la que afloran decenas de miles de cabañas por todo el país para recordar el éxodo del pueblo judío de Egipto, hace más de 3 mil años.

Además, destrozaron un número indeterminado de libros de oraciones, y en sus páginas escribieron “muerte a los religiosos” y pintaron esvásticas.

Se trata del cuarto ataque de este tipo en la zona de Haifa en las últimas semanas, informó el diario Yediot Aharonot.

Precisamente el 9 de septiembre, ocho jóvenes, ciudadanos de Israel de entre 16 y 22 años, todos ellos oriundos de la ex Unión Soviética, fueron detenidos para investigar si se trata de una bande neonazi o son simplemente vándalos. Se trata de inmigrantes con lejanos ascendentes parciales judíos, aunque ellos mismos no de identidad judía, que lograron instalarse en Israel aprovechando ciertas lagunas en la Ley del Retorno que da ciudadanía automática a todo judío que llegue el país, pero que no se sienten parte verdadera de la sociedad israelí.

Celebraban el cumpleaños de Hitler y se fotografiaban haciendo orgullosos el saludo nazi, algo que al parecer nadie había concebido que podría suceder justamente en Israel, el Estado judío.

Pero la pregunta es si realmente se puede hablar de un movimiento neonazi.

David Bankier, director del Centro de Investigación del Holocausto en Yad Vashem, el Museo Recordatorio del Holocausto en Jerusalén, no lo cree.

“Aquí yo no no haría mucho énfasis en la ideología que esa gente tiene. Son criminales que legitiman su criminalidad dentro de cierto marco ideológico existente, pero lo esencial en ellos no es la ideología sino la violencia, la delincuencia”, dice a EL UNIVERSAL.

Sin embargo, en el Departamento de Investigación de Delincuencia Juvenil en la policía de Ramle, que se hizo cargo de este caso, no piensan igual. Amit Hillel, uno de los oficiales encargados del expediente, fue contundente cuando se le comentó la opinión de Bankier.

“Cuando uno está expuesto al material de la investigación y ve gente que realmente cree que Hitler es como el mesías, que hay que celebrarle el cumpleaños y leer ese día de Mein Kampf (Mi lucha, libro escrito por Adolfo Hitler)… es otra cosa. Es gente para la que esto era realmente su agenda”.

“Uno no puede, por un dibujo en la pared, hablar ya de una célula neonazi, pero acá vimos realmente una célula sumamente ordenada, muy organizada, algo que no se ve todos los días. Desde este punto de vista, realmente es algo que uno ve una vez en la vida”, afirma el oficial.

Amit Hillel cuenta de la violencia de la célula, claramente motivada por posiciones racistas. Algunas de las pruebas son filmaciones que los propios sospechosos realizaron.

“En parte de las películas, se ve por ejemplo a un hombre en un parque de Tel Aviv, un hombre que no estaba amenazando ni molestando a nadie, se le tiran encima, lo obligan a arrodillarse y pedir perdón al pueblo ruso por ser judío. Un amigo viene a ayudarlo y también él es golpeado”. También atacaban, aclara, a trabajadores extranjeros.

Contra los jóvenes detenidos han sido presentados cargos por sospechas de ataques en condiciones agravantes, ataques por consideraciones racistas y violación de la ley contra la negación del Holocausto. No se habla acá de neo nazis. Israel, evidentemente, no concibió que tendría alguna vez que lidiar con una situación así.