| MADRID

Pese a que el   sufragio es voluntario para los inmigrantes, ellos necesitan el certificado de votación para realizar diversos trámites, como el permiso de salida.

A las 08:00 (hora local) cuando el Himno Nacional dio comienzo (una hora más tarde de lo previsto) a los comicios en el Palacio de Vistalegre en Madrid, el número de miembros de las 134 Juntas Receptoras del Voto (JRV) superaba al de votantes.

Semanas atrás las autoridades consulares consideraron solicitar al Tribunal Supremo Electoral (TSE) autorización para conformar las mesas hasta con tres personas (el mínimo es cuatro) al comprobar la apatía que, en un primer momento, era evidente entre los miembros designados.

Al final, las JRV (el doble que en los comicios anteriores) se instalaron sin mayores inconvenientes, salvo por la tardanza en la entrega del material. Incluso, personas, como Bertha Palacios, portaban el nombramiento y se vieron abocadas a regresar a sus casas porque sus mesas contaban con los miembros suficientes. El cónsul Gustavo Mateus destacó el civismo de los miembros de juntas.

Según miembros de las JRV luego de las elecciones, las listas de Movimiento PAÍS y los socialcristianos fueron los grupos más votados en Madrid.

A diferencia de lo que ocurrió en la segunda vuelta presidencial, en noviembre pasado, a la que acudieron 23.174 personas de las 32.740 empadronadas, ayer votó un promedio del 35%, en Madrid, Barcelona, Murcia y Valencia, donde hubo mesas electorales para receptar el voto de  92.315 ecuatorianos empadronados que debían elegir a dos de seis asambleístas por los inmigrantes.

René Morales, uno de los ocho delegados del TSE en este país, justificó la escasa afluencia a la falta de información de la que disponían los inmigrantes: “seguramente muchos ecuatorianos en el exterior no tienen claro el rol que desempeñarán los asambleístas. Es diferente elegir a presidente”.

“Y ahora, ¿dónde rayos…?”, se convirtió en la pregunta más escuchada a lo largo de la jornada que concluyó a las 17:00. Los electores “no sabían qué hacer con las papeletas”, relata Segundo Quishpe, vocal de la mesa 43 de hombres. Maritza Zambrano dio su voto por el PRE, “como lo hacía en Ecuador”. El quiteño Víctor Manuel Segura se inclinó por la plancha, porque “era más fácil”.

Morales también reconoció que el Tribunal erró al no enviar certificados de presentación, pese a que se insistió en su importancia. Decenas de connacionales que se empadronaron, sobre todo, a lo largo de mayo pasado, no constaban en las mesas electorales. Fue el caso del quiteño René Espinel, auxiliar de enfermería, quien se desplazó en vano desde Alcalá de Henares, a 30 km de Madrid. “No es justo que nada nos den, cuando viajemos a Ecuador nos cobrarán multa”, exclama.

Pese a que el sufragio es voluntario, el certificado de votación es un requisito para obtener documentos, como el permiso de salida. “Volví de vacaciones y pagué $ 20 para que me den el justificante”, dijo la quiteña Marisol Sánchez.

El delegado del TSE indicó que existe un vacío legal que aún no se ha logrado solventar. El material electoral se enviará mañana, vía DHL.