Nueve vidas en espera de llegar al destino final

La Prensa Gráfica, Keny López, 01-10-2007

La Cancillería salvadoreña tiene en su lista de búsqueda a nueve menores migrantes que nunca llegaron a Estados Unidos.

El vacío de nueve familias salvadoreñas aún sigue ahí, plagado de remordimientos y culpabilidad. Arriesgaron vidas valiosas por el deseo de ver a sus pequeños de nuevo, un reencuentro que no fue.

Según datos de la Cancillería salvadoreña, nueve menores que viajaban indocumentados en ruta hacia Estados Unidos están pendientes de localizar, según las solicitudes hechas desde 2005. Seis de ellos están desaparecidos.

La diferencia entre los casos de los pendientes de localizar y los desaparecidos radica en que para estos últimos los recursos para encontrarlos están casi agotados, señala la vicecanciller Margarita Escobar. Tememos que estos menores estén siendo víctimas de maltrato o en el peor de los casos, hayan comerciado con sus órganos, agrega.

En el presente año, la cancillería ha recibido 13 solicitudes de localización de menores migrantes desaparecidos. Ocho de los casos fueron resueltos y cinco están en la lista de espera.

La vicecanciller Escobar asegura que exponer a un menor a los peligros de la migración indocumentada es algo que los padres deben pensar dos veces. (Al buscar la reunificación familiar) no solo se compromete la violación a los derechos del niño, sino que también el derecho a la vida, dice la diplomática.
Menores viajeros

Un estudio de la Casa del Migrante, un albergue instalado en Tecún Umán, Guatemala, señala que el 4% de los salvadoreños que viaja indocumentados hacia Estados Unidos es menor de edad.

El estudio se hizo el año pasado y se tomaron los datos de 1,844 salvadoreños.

La mayoría de menores de edad que viajan indocumentados tiene entre 16 y 17 años y la principal causa por la que justifican su viaje es la reunificación familiar.

Cada vez son más los menores que por carencias socioeconómicas o por la reunificación familiar se ven obligados a emigrar, exponiéndose a una serie de abusos y vejaciones por parte de los coyotes en quienes los familiares depositan toda su confianza, señala Enrique Azúcar, miembro del Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN).

Las vejaciones a las que son sometidos los menores son muchas, advierte Azúcar. En los países de tránsito los menores que oscilan sus edades entre los 13 y 17 años son tratados como delincuentes por las autoridades, maltratándoles verbal y físicamente.

El 80% de los menores salvadoreños viajaba con un acompañante y el 20% restante viajaba solo, agrega el informe.

Cuando los menores que viajan solos son detenidos, las autoridades consulares prestan cuidado para entregarlos. Se llama a los padres o encargados para que los recojan, de lo contrario no los entregamos por que algunos son coyotes que quieren seguir el viaje con los menores, puntualiza el cónsul de El Salvador en Tapachula, Nelson Cuéllar.

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