pamplona. La población navarra creció durante el siglo XX a un ritmo menor que la del Estado, según revela un estudio del BBVA que analiza la evolución del censo en todo el territorio estatal. A su vez, el documento constata la tendencia hacia el envejecimiento en la Comunidad Foral, una cuestión donde resalta especialmente el “profundo descenso” del segmento de edad de menores de 16 años. Una presencia de mujeres ligeramente superior a la de hombres – pero que no se refleja en el ámbito laboral – y una tasa de paro muy inferior a la del Estado son también algunas de las conclusiones que se extraen del informe, dirigido por Julio Alcaide Inchausti.

El crecimiento de la población navarra durante el pasado siglo se situó en el 78,1%, pasando de los 306.843 habitantes de la Comunidad Foral en 1900 a los 550.011 del año 2000. Esto supone un incremento menor que el registrado en todo el Estado, que se situó en el 120%. Y todo ello, según indica el estudio, “a pesar de la notable expansión económica” acaecida en Navarra durante el siglo XX. Éste último dato se confirma a través de datos como el de la tasa de paro, que muestra una mayor actividad en los trabajadores navarros. De este modo, a finales de 2000 este índice se situaba en la Comunidad Foral en el 6,22% de la población activa, mientras que en el Estado estaba en el 11,78%.

El segundo dato significativo lo constituye la confirmación del envejecimiento de la población de la Comunidad Foral. Uno de los datos más significativos es el “profundo descenso” de los navarros menores de 16 años al que alude el informe. El porcentaje de este segmento dentro del total de Navarra a finales de siglo “se limitaba al 14,3%, inferior al 15,6% de la media estatal”.

En la parte alta de la pirámide poblacional, resulta reseñable el aumento del número de personas mayores de 65, si bien, en Navarra, este segmento “siempre ha sido ligeramente mayor al del conjunto del Estado”. Así, si en 1900 eran 16.365 las personas de edad avanzada en la Comunidad Foral, esta cifra se quintuplicó en el último siglo, llegando a alcanzar los 100.055 en 2000, constituyendo el 18,2% del total de los navarros.

menor crecimiento vegetativo Y todo ello a pesar de un índice de mortalidad que, según el documento, "fue superior a la media española en los últimos años – del siglo XX – , lo que se ha traducido en un crecimiento vegetativo en el período 1995 – 2000 inferior al de la media estatal.

En el lado opuesto, el de la natalidad, los índices navarros experimentaron un repunte a partir de 1960 ya que, mientras en la primera mitad de siglo se registraron cifran inferiores al conjunto del Estado, a partir de esta fecha “se ha mantenido a unos niveles similares a los de la media española”.

En relación a la estructura por sexos, en Navarra existe un leve predominio de las mujeres respecto de los hombres, una tendencia que se ha mantenido invariable desde 1900. Si en aquel año la población femenina superaba en algo más de 3.000 personas a la masculina, las cifras no varían sustancialmente a finales de siglo, situándose en 276.538 mujeres por 273.473 hombres. Sobre esta cuestión, resulta significativo que, a pesar de que durante todo el siglo la población femenina fue levemente superior a la masculina, esto no se vio reflejado en otros ámbitos como el laboral, una constante que se mantiene hasta el año 2000. De este modo, la tasa de ocupación de los varones fue siempre muy superior a la de las mujeres, y a finales de siglo el 62,45% de los varones estaba ocupado, por un 31,38% de las féminas.

El estudio también evidencia que las migraciones no tuvieron un especial impacto en la Comunidad Foral. Aunque “la población extranjera aumentó considerablemente” a finales de siglo, la tasa de residencia, del 3,49% se mantuvo inferior a la estatal, del 3,81%. Destaca la inmigración registrada en la última década del siglo, cuando 16.791 extranjeros se asentaron en Navarra. En cuanto a las salidas de navarros al exterior, el informe no otorga especial importancia a estos movimientos. Sí se señala que existió una “emigración moderada al exterior” a principios de siglo y en el decenio entre 1950 y 1960.