La guerra por las remesas
El Universal, , 30-09-2007LOS ÁNGELES. Para algunos, se trata de una lucha desigual entre David y Goliat. Una disputa por las multimillonarias comisiones que Western Union la más rica y poderosa agencia de transferencia de remesas en todo el mundo cobra a millones de inmigrantes que viven y trabajan en Estados Unidos.
Nos han dicho que es una batalla perdida porque Western Union es muy poderosa. Pero no hay peor lucha que la que no se hace y además ya es tiempo de que esta empresa comience a reinvertir parte de sus beneficios entre los inmigrantes, que son los que la han hecho inmensamente rica, aseguró David Silva Villalobos, de la organización no gubernamental TIGRA (Transnational Institute for Grassroots Research and Action).
Tras un año de infructuosas negociaciones, poco más de 150 organizaciones defensoras de inmigrantes han lanzado una campaña de boicot que pretende reducir los gastos de intermediación que cada año desembolsan millones de inmigrantes que envían dinero a México y otros países de Latinoamérica.
Un volumen de remesas que, según las más recientes cifras del Banco Mundial, representan poco más de 250 mil millones de dólares a escala planetaria y más de 60 mil millones de dólares en América Latina.
Se trata de un asunto de justicia económica ya que, actualmente, por cada 100 dólares de ganancia Western Union sólo reinvierte 41 centavos en programas de ayuda a la comunidad inmigrante, dijo Villalobos.
Según estudios realizados por el Banco Mundial, Western Union podría reducir en un tercio las comisiones que cobra a sus clientes y aún así mantener su competitividad frente a otros bancos y agencias.
No pueden ahorrar
Las altas comisiones por el envío de transferencias están evaporando las posibilidades de ahorro de los inmigrantes y reduciendo al mismo tiempo los recursos que sirven para combatir la pobreza, aseguró Dilip Ratha, coautor del informe del Banco Mundial realizado en el 2006 sobre las perspectivas de la economía mundial y el impacto de las remesas.
Pese a ello, funcionarios de Western Union han asegurado que nuestras tarifas ya son suficientemente competitivas en el contexto de un mercado cada vez más competitivo.
Las tarifas que aplicamos han bajado en los últimos cinco años y ya no pueden ser más competitivas porque, además, se ajustan a las leyes del mercado, aseguró Daniel Díaz, portavoz de Western Union, la empresa que controla poco más del 17% del mercado internacional de remesas y cuenta con más de 320 mil sucursales en más de 200 países.
Además, prosiguió, en el curso de los próximos cinco años Western Union donará a través de su fundación un total de 50 millones de dólares en proyectos educativos y económicos en distintas partes del mundo y ya participa activamente en México en algunos programas como el 4×1 en Zacatecas.
Los responsables de TIGRA quieren que, además, donemos un dólar por cada transferencia que iría a un fondo que sería administrado por ellos y francamente eso no nos parece aceptable, aseguró Daniel Díaz, al poner en entredicho las credenciales de esta organización no lucrativa para el manejo de esos fondos.
Para algunos líderes comunitarios, que han decidido sumarse a la coalición de TIGRA, la posición de Western Union es inaceptable.
Podemos entender las reservas o resistencias de Western Union a la hora de negociar la creación y administración de ese fondo. Entendemos que haya desconfianza, pero no nos han planteado otra alternativa y esto es lo que no es aceptable, aseguró Luis Angel Nieto, de la Coalición en Defensa de los Derechos de los Inmigrantes del Sur de California.
Apenas el pasado mes de mayo, representantes de TIGRA se reunieron con accionistas y ejecutivos de Western Union en Nueva York con el fin de llegar a un acuerdo en torno a la disminución de los cargos en las transferencias y la asignación de un dólar por transacción a inversiones en la comunidad.
Sobornos para dividir
Algunos accionistas nos dijeron que nuestra propuesta era viable y que la estudiarían. Sin embargo, los ejecutivos, lejos de hacernos caso, se dieron a la tarea de sobornar a algunas de las organizaciones con el fin de dividirnos.
Hoy, la realidad nos permite adelantar que, o reducen las comisiones o se condenarán a sí mismos al naufragio, no sólo por los efectos de nuestra campaña, sino sobre todo por su incapacidad para ajustarse a las nuevas condiciones del mercado, aseguró Luis Ángel Nieto.
Precisamente, el boicot contra Western Union se da en el contexto de una encarnizada batalla entre bancos y agencias de transferencia por el control de las remesas.
El negocio de las remesas es un sector que hoy se disputan desde la Reserva Federal de los Estados Unidos hasta la red global de Western Union, pasando por el Banco de México, la red formal del sistema bancario y crediticio en todo el continente y el gigante de la distribución planetaria Wal – Mart.
LOS ÁNGELES. Para algunos, se trata de una lucha desigual entre David y Goliat. Una disputa por las multimillonarias comisiones que Western Union la más rica y poderosa agencia de transferencia de remesas en todo el mundo cobra a millones de inmigrantes que viven y trabajan en Estados Unidos.
Nos han dicho que es una batalla perdida porque Western Union es muy poderosa. Pero no hay peor lucha que la que no se hace y además ya es tiempo de que esta empresa comience a reinvertir parte de sus beneficios entre los inmigrantes, que son los que la han hecho inmensamente rica, aseguró David Silva Villalobos, de la organización no gubernamental TIGRA (Transnational Institute for Grassroots Research and Action).
Tras un año de infructuosas negociaciones, poco más de 150 organizaciones defensoras de inmigrantes han lanzado una campaña de boicot que pretende reducir los gastos de intermediación que cada año desembolsan millones de inmigrantes que envían dinero a México y otros países de Latinoamérica.
Un volumen de remesas que, según las más recientes cifras del Banco Mundial, representan poco más de 250 mil millones de dólares a escala planetaria y más de 60 mil millones de dólares en América Latina.
Se trata de un asunto de justicia económica ya que, actualmente, por cada 100 dólares de ganancia Western Union sólo reinvierte 41 centavos en programas de ayuda a la comunidad inmigrante, dijo Villalobos.
Según estudios realizados por el Banco Mundial, Western Union podría reducir en un tercio las comisiones que cobra a sus clientes y aún así mantener su competitividad frente a otros bancos y agencias.
No pueden ahorrar
Las altas comisiones por el envío de transferencias están evaporando las posibilidades de ahorro de los inmigrantes y reduciendo al mismo tiempo los recursos que sirven para combatir la pobreza, aseguró Dilip Ratha, coautor del informe del Banco Mundial realizado en el 2006 sobre las perspectivas de la economía mundial y el impacto de las remesas.
Pese a ello, funcionarios de Western Union han asegurado que nuestras tarifas ya son suficientemente competitivas en el contexto de un mercado cada vez más competitivo.
Las tarifas que aplicamos han bajado en los últimos cinco años y ya no pueden ser más competitivas porque, además, se ajustan a las leyes del mercado, aseguró Daniel Díaz, portavoz de Western Union, la empresa que controla poco más del 17% del mercado internacional de remesas y cuenta con más de 320 mil sucursales en más de 200 países.
Además, prosiguió, en el curso de los próximos cinco años Western Union donará a través de su fundación un total de 50 millones de dólares en proyectos educativos y económicos en distintas partes del mundo y ya participa activamente en México en algunos programas como el 4×1 en Zacatecas.
Los responsables de TIGRA quieren que, además, donemos un dólar por cada transferencia que iría a un fondo que sería administrado por ellos y francamente eso no nos parece aceptable, aseguró Daniel Díaz, al poner en entredicho las credenciales de esta organización no lucrativa para el manejo de esos fondos.
Para algunos líderes comunitarios, que han decidido sumarse a la coalición de TIGRA, la posición de Western Union es inaceptable.
Podemos entender las reservas o resistencias de Western Union a la hora de negociar la creación y administración de ese fondo. Entendemos que haya desconfianza, pero no nos han planteado otra alternativa y esto es lo que no es aceptable, aseguró Luis Angel Nieto, de la Coalición en Defensa de los Derechos de los Inmigrantes del Sur de California.
Apenas el pasado mes de mayo, representantes de TIGRA se reunieron con accionistas y ejecutivos de Western Union en Nueva York con el fin de llegar a un acuerdo en torno a la disminución de los cargos en las transferencias y la asignación de un dólar por transacción a inversiones en la comunidad.
Sobornos para dividir
Algunos accionistas nos dijeron que nuestra propuesta era viable y que la estudiarían. Sin embargo, los ejecutivos, lejos de hacernos caso, se dieron a la tarea de sobornar a algunas de las organizaciones con el fin de dividirnos.
Hoy, la realidad nos permite adelantar que, o reducen las comisiones o se condenarán a sí mismos al naufragio, no sólo por los efectos de nuestra campaña, sino sobre todo por su incapacidad para ajustarse a las nuevas condiciones del mercado, aseguró Luis Ángel Nieto.
Precisamente, el boicot contra Western Union se da en el contexto de una encarnizada batalla entre bancos y agencias de transferencia por el control de las remesas.
El negocio de las remesas es un sector que hoy se disputan desde la Reserva Federal de los Estados Unidos hasta la red global de Western Union, pasando por el Banco de México, la red formal del sistema bancario y crediticio en todo el continente y el gigante de la distribución planetaria Wal – Mart.
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