Tres inmigrantes sin contrato fallecen en una semana en la vendimia de Socuéllamos

ABC, 30-09-2007

EFE

CIUDAD REAL. Un hombre de 48 años y nacionalidad rumana, identificado como I. N., murió el pasado viernes en Socuéllamos (Ciudad Real) mientras vendimiaba. Al parecer, el hombre podría haber fallecido a consecuencia de un infarto, aunque será la autopsia la que determine la causa exacta de la muerte del temporero, que trabajaba sin contrato en la recogida de la uva. Esta muerte eleva a tres el número de fallecidos en similares circunstancias en la última semana en esta localidad ciudadrealeña.

Según confirmaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno, el fallecimiento, al igual que los ocurridos el pasado sábado y el pasado lunes, tuvo lugar en el término de Socuéllamos, concretamente en el paraje conocido como «El Florido».

Ante la Guardia Civil

La muerte del tercer temporero rumano se produjo el viernes pasadas las dos de la tarde y, en un primer momento, el hombre fue atendido por los servicios del 112, que intentaron reanimarle sin éxito. El dueño de la finca donde estaba vendimiando ratificó en sus declaraciones a la Guardia Civil que no tenía contrato, según señalaron también las fuentes consultadas. Por otro lado, tras las respectivas autopsias realizadas, se ha confirmado que el fallecido el pasado sábado, día 22, G. V. O. , de 50 años y de nacionalidad rumana, lo fue por un infarto agudo de miocardio, y que el fallecido el lunes, día 24, M. N. , de 42 años y nacionalidad polaca, lo fue por una patología pulmonar.

Ante esta tercera muerte, el secretario general de CC. OO. en Ciudad Real, Felipe Pérez, considera que las administraciones públicas deberían tomar «medidas extraordinarias». Pérez consideró que hay demasiada correlación en estas tres muertes como para hablar de una «casualidad».En este sentido, dijo que habría que ver en qué condiciones físicas y psíquicas trabajan estos temporeros, que podrían haber llegado a través de «redes de negreros». Asimismo, añadió que la Inspección de Trabajo en sus visitas al campo «ha pillado» a alguno de estos intermediarios, que cobran a los temporeros para introducirles en la vendimia.

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