La oferta privada es la única opción real de encontrar vivienda de alquiler en Navarra

Requisitos como el aval bancario, cada vez más extendido, dificultan el acceso a las personas con rentas más bajas

Diario de Noticias, alberto pradilla, 30-09-2007

pamplona. A través de inmobiliaria o particulares, la oferta privada es la única opción real que existe actualmente de encontrar un piso de alquiler en Navarra. En el ámbito público, las 1.200 viviendas del parque de alquiler – ya ocupadas o adjudicadas en su totalidad – , y las cerca de 250 que, desde el año 2002, se incluyen en la bolsa de alquiler del Gobierno Foral, no llegan a cubrir una demanda que, sólo en la última campaña de VINSA, llegó a las 1.700 personas. Pero, además de la escasa oferta pública, los futuros inquilinos se encuentran con el problema de los elevados precios – que en muchas ocasiones son superiores a lo que supondría hacer frente a una hipoteca – , los requisitos, o las dificultades para la financiación. Estudiantes de las dos universidades e inmigrantes, además de jóvenes, constituyen la mayor parte de la demanda.

La reciente negativa del Gobierno de Navarra a implantar en la Comunidad Foral las ayudas de 210 euros para fomentar el alquiler propuestas por el Ejecutivo central, ha evidenciado la escasez de la oferta en esta modalidad existente en Navarra. De hecho, ésta se limita a los 1.200 pisos pertenecientes al parque público y a las cerca de 250 que se incluyen en la bolsa de alquiler del Ejecutivo. Una iniciativa que, a su vez, sólo acoge a las personas previamente inscritas en la última campaña. De este modo, el sector privado, tanto a través de inmobiliarias como de particulares, es la única opción real de la que disponen las personas que buscan en el alquiler una solución al problema de la vivienda.

perfil del inquilino

Estudiantes provenientes de otras comunidades o inmigrantes, la mayor demanda

La existencia de dos universidades, que genera un importante flujo de alumnos proveniente de otras comunidades, es un elemento clave a la hora de analizar el mercado del alquiler en Navarra, especialmente el de su capital. A esto se le suma la llegada de personas que establecen su residencia de forma puntual para recibir tratamiento en alguno de los hospitales pamploneses. Ambos factores, según señalan desde las inmobiliarias, resultan clave para explicar que los precios del alquiler en la Comunidad Foral sean más elevados que en otros lugares. Barrios como Iturrama, San Juan o la Milagrosa son los más solicitados por estos demandantes, por lo que, según fuentes inmobiliarias, los propietarios se pueden permitir encarecer los precios sabiendo que existe una importante demanda.

Además de estos dos sectores, la inmigración es el otro puntal sobre el que se apoya el negocio del alquiler, según aseguró Alberto Gálvez, de la Inmobiliaria Abejeras. En su opinión, ésta opción la escogen personas “que vienen a residir una temporada”, por lo que son pocos los navarros que optan por alquilar como primera opción para emanciparse. “Una pareja navarra elige un piso barato en el Casco Viejo, aunque la mentalidad mayoritaria es la de comprar”, señaló. Una de las razones que explican esto, además de la psicológica, es el hecho de que, hasta la subida del Euribor, “alquilar o pagar una hipoteca salían a la par, por lo que la gente prefería pagar por algo que al final iba a ser suyo”.

los precios

Un mercado encarecido por las universidades y que no baja de los 600 euros al mes

“El mercado del alquiler está en muy buen estado”, señalaron desde la Inmobiliaria Sarasate. Una opinión con la que coincidió Gálvez, de la Inmobiliaria Abejeras. Aunque éste último también reconoció que los precios en Navarra, en comparación con los de otras comunidades, “son más elevados”. “No se encuentran alquileres por menos de 600 euros”, señaló. Aunque es imposible marcar unas pautas en relación a los precios, un breve repaso a las ofertas que en los últimos días se pueden encontrar, bien a través de Internet, prensa, o en los escaparates de las inmobiliarias, se puede establecer que los precios pueden oscilar entre los 650 euros al mes que piden por un piso de 30 metros cuadrados en el Casco Viejo de Pamplona, hasta los 1.300 que puede llegar a costar una vivienda de alrededor de 100 metros cuadrados en el Ensanche. Por cerca de 800 se pueden encontrar viviendas en San Juan – 100 metros cuadrados – o el Ensanche – 80 metros – . Un desembolso que, habitualmente, suele hacerse entre varios inquilinos, ya que compartir piso es el principal recurso para sufragar el gasto.

requisitos

El aval bancario, una garantía para el propietario pero un listón elevado para rentas bajas

Uno de los grandes obstáculos con los que se encuentran los inquilinos es el de los requisitos, como el aval bancario, que se imponen a la hora de arrendar un piso. Por medio de este aval, el banco se hace responsable de que el cliente abonará las mensualidades, lo que otorga mayor confianza a los propietarios pero eleva el listón a quienes disponen de rentas más bajas. De hecho, y según las exigencias, hay quien no obtiene dicho aval a causa de unos ingresos que no llegan al mínimo exigido. Algo que choca con el perfil de los demandantes, generalmente, con menos ingresos que quien opta por la compra.

Para obtener el aval bancario, entre otras cuestiones, es necesario tener domiciliada la nómina en una sucursal, quien analiza la situación económica del cliente y da su visto bueno. Además de las limitaciones para las personas con menos ingresos, este procedimiento también supone un sobrecoste para el inquilino, ya que es necesario hacer un pago – generalmente trimestral – de mantenimiento, que puede llegar a encarecer entre 20 y 30 euros el alquiler mensual.

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