REPORTAJE
Inmigrantes, ¿sólo en la la escuela pública?
Los centros de la Administración acogen a la mayoría de extranjeros,mientras que los concertados están al margen del 'boom' migratorio
El País, , 29-09-2007El ascensor social está averiado. He cogido la escalera. Éste fue el título de un demoledor libro publicado hace dos años por el empresario Aziz Senni, inmigrante marroquí en Francia. Ese país tuvo ascensor social: los inmigrantes pudieron prosperar. Pero hoy el panorama descrito por Senni es triste, desolador: barrios parisienses convertidos en guetos, con carencias de escolarización, sin futuro.
En Cataluña, el debate sobre la inmigración está saltando a la escuela. Las cifras son contundentes. El 12,5% de los alumnos matriculados este curso son extranjeros. En total, 133.000 inmigrantes en escuelas, institutos y colegios catalanes. Son el 800% más que hace siete años.
Los datos indican que puede acabar parándose el ascensor social. El 87% de los alumnos extranjeros van a centros públicos, según el Departamento de Educación de la Generalitat. Sólo el 17% acuden a centros privados – en su mayoría concertados – , cuando su cuota en la enseñanza no universitaria ronda el 38%.
En Barcelona, hay institutos como el Joan Coromines, en el barrio barcelonés de Sants, y escuelas públicas, como la Milà i Fontanals, en el Raval, donde más del 80% de los alumnos son extranjeros. Porcentajes parecidos se dan en algunos centros de Salt (Gironès) y, por ejemplo, en la escuela Príncep de Viana de Lleida. Hay altos porcentajes de inmigrantes en centros concertados, como el Labouré, en Barcelona, pero son excepciones.
Pero los problemas no sólo son de guetización, sino de rendimiento escolar, porque a algunos centros llegan alumnos de culturas distintas que a veces se incorporan tarde al curso. Las tasas de asunción de competencias básicas de los alumnos bajan a medida que aumenta el porcentaje de alumnos extranjeros en un aula. Lo ha constatado el Informe para la mejora de los resultados del sistema educativo en Cataluña, dirigido por el catedrático de Didáctica de las Ciencias Sociales Joaquim Prats. A partir del 20% de inmigrantes, las competencias asumidas por los alumnos bajan, según este informe.
En esta situación, la Fundación Escuela Cristiana, la mayor entre los centros concertados, ha lanzado una propuesta a la Generalitat: está dispuesta a escolarizar a más alumnos con necesidades educativas especiales, básicamente inmigrantes, si la Generalitat le permite ampliar el número de plazas.
El Departamento de Educación ha tomado dos medidas para lograr que los inmigrantes vayan también a centros no públicos. La primera, llegar a un acuerdo con 27 centros concertados para hacer gratuitas sus actividades escolares y lograr que entren en ellos alumnos con menos recursos, incluidos inmigrantes. Y la segunda, dar dinero a los colegios que acojan alumnos con necesidades educativas especiales, básicamente inmigrantes, al margen del concierto educativo. Los centros reciben 600 euros al año por cada alumno de primaria y 300 por los de secundaria.
Joan Estruch, catedrático del instituto Jaume Balmes, cree que “el precio de la vivienda es el que determina que los inmigrantes se agrupen en barrios gueto. Si la normativa refuerza la proximidad a la escuela como criterio principal para lograr plaza, llueve sobre mojado y se crean escuelas gueto. No soy partidario de repartos forzosos de alumnos, pero sí de medidas positivas que den oportunidades a los inmigrantes más motivados para salir de su zona escolar. Muchos no cambiarían de centro, pero algunos sí, y eso ayudaría a frenar el gueto escolar”, afirma Estruch.
(Puede haber caducado)