Jornaleros demandan a ciudad de Danbury
La Prensa Gráfica, , 28-09-2007Los demandantes señalan que los policías han efectuado arrestos civiles pese a no contar con la autoridad para ello.
Diez inmigrantes hispanos presentaron una demanda contra una ciudad de Connecticut, su alcalde, el jefe de Policía y agentes federales que lideraron el año pasado una campaña contra la inmigración indocumentada.
La demanda presentada ante la Corte de Distrito de Nueva Haven sostiene que se violaron los derechos al debido proceso legal, a la libertad de expresión y a la protección contra detenciones y revisiones injustificadas de nueve trabajadores y de un décimo hombre que fue detenido en un semáforo.
La demanda señala que policías encubiertos de Danbury, en Connecticut, atrajeron a los trabajadores hacia una camioneta simulando ser contratistas de jornaleros. Él nos ofreció un trabajo y nosotros lo tomamos, dijo el demandante Juan Barrera al referirse a un agente encubierto de la Policía, no sabíamos por qué, pero inmediatamente nos arrestaron y nos esposaron. Me trataron como a un criminal violento y todo lo que yo intentaba hacer era encontrar un trabajo.
Protección por igual
Después de su arresto en 2001 en una operación preparada por autoridades locales y federales, los hombres fueron entregados a agentes federales, los mantuvieron detenidos sin cargos durante varios días, después los llevaron a centros de detención antes de liberarlos bajo fianza, señalan documentos de la corte.
Los demandantes, representados por estudiantes de Derecho de la Universidad de Yale, dicen que la Constitución de Estados Unidos protege los derechos civiles de todas las personas en el país. Los abogados no se refirieron a la situación migratoria de sus clientes ni tampoco mencionaron sus nacionalidades.
El alcalde de Danbury, Mark Boughton, prometió defender a la ciudad. Hace dos años, este quiso que la Policía estatal de Connecticut buscara a trabajadores indocumentados y los entregara a la agencia de inmigración para que fueran deportados. El gobernador de Connecticut, Jodi Rell, rechazó la solicitud del alcalde.
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