"La situación del euskera es buena; una lengua minoritaria sería una aborigen con diez hablantes"
Diario de noticias de Alava, , 28-09-2007BILBAO. Su nieto habla en inglés con su madre, en español con su padre y en holandés cuando va a la guardería. David Crystal lo pone como ejemplo para demostrar que “lo natural del ser humano es estar inmerso en diferentes lenguas, lo que no significa – según aclara – estar continuamente traduciendo”.
¿Debería ser el euskera, por su singularidad, declarado patrimonio de la humanidad?
Por supuesto. Hay unas 6.000 lenguas en el mundo y cada una es una visión única de lo que significa ser humanos, pero las lenguas minoritarias son especiales porque son como joyas muy raras y preciosas, sobre todo el euskera, por la historia que tiene. Yo hablo galés, pero hay otras lenguas celtas que son similares. Con el euskera ocurre que nada se parece. Precisamente por ser tan única necesita todo el apoyo que se le pueda dar y ponerla como parte de un patrimonio quizá sea la mejor manera de hacerlo.
¿Están las lenguas minoritarias abocadas a extinguirse en un mundo tan globalizado?
Ya no. Para salvar las lenguas minoritarias hacen falta tres cosas: el interés de la gente, el apoyo del gobierno y de la administración, y dinero, porque cuesta dinero revitalizar y mantener una lengua minoritaria. Si esos tres factores están presentes y confluyen, una lengua minoritaria está a salvo.
Ésa es la teoría, pero ¿qué pasa en la práctica?
Cuando miramos a lo que está ocurriendo ahora mismo en el mundo vemos que hay un nuevo modo de ver estas cosas, en parte gracias a la Unesco y al énfasis que está poniendo en las lenguas minoritarias. Además, hay toda una serie de movimientos por todo el mundo en favor de las lenguas minoritarias, especialmente en España, con el catalán, el gallego y el euskera.
¿Se puede decir que el euskera está entonces fuera de peligro?
El euskera realmente está en una situación buena. Hablar de verdaderas lenguas minoritarias sería hablar, por ejemplo, de una lengua aborigen australiana que sólo tiene diez hablantes. La comunidad vasca se tiene que sentir muy orgullosa de que los esfuerzos que se han hecho hayan contribuido a que la lengua esté en una buena situación.
Muchos argumentan que hablando inglés puedes dar la vuelta al mundo, pero hablando euskera…
Hay dos grandes fuerzas detrás del uso de la lengua: una es la que lleva a entenderse y otra es la que está unida a la identidad. Para la máxima comprensión entre todos hace falta una lengua franca y ahora mismo es el inglés. Pero además de entendernos con los demás, está el ser nosotros mismos. La lengua es el modo más básico de expresar identidad y el euskera es la lengua perfecta para aquellos que se identifican con la identidad vasca.
¿Porque es única?
Tenemos muchísima suerte los vascos y los galeses por tener una lengua que no es simplemente una variedad de otra lengua mayor. Hay personas que pueden ver una lengua minoritaria como un problema y, sin embargo, es un auténtico don. Es un regalo tener una lengua para expresar la identidad.
Por mucho empeño que ponga la administración y, aunque los niños lo aprendan, ¿se morirá el euskera si no se habla en la calle?
Claro, ésa es la cuestión, no queremos una lengua que acabe como el latín. Hablando del uso, es muy importante el uso que se da en internet, en los mensajes, en el chat y en los sms. Los adolescentes ya no se hablan entre ellos, lo que hacen es comunicarse de esa manera. Realmente hoy día para que una lengua esté viva tiene que estar también en internet y mientras en alguno de estos ámbitos se use y siga creciendo, la cosa va bien.
¿Deben los gobiernos obligar a estudiar estas lenguas minoritarias? Si lo hacen, siempre habrá quien les acuse de imponerlas…
Es un equilibrio difícil. Lo que los gobiernos deben hacer es ofrecer oportunidades de uso, que pueden costar dinero, puesto que la gente de su propio bolsillo no podría permitirse el lujo. Está muy bien que digamos que una cosa positiva sería que los adolescentes lo usaran en internet, pero alguien tiene que darles esa posibilidad. Hay que crear ese contexto en que se pueda practicar y eso es lo primero que los gobiernos deberían hacer.
¿Y en cuanto a la educación?
La educación está para mostrar a los jóvenes qué es lo que la sociedad valora. Si se valora la lengua, debería enseñarse en la escuela. Visto en términos de oportunidad, ya que la sociedad lo provee, no sería una imposición como tal.
¿Cree que los cargos públicos tendrían que hablar estas lenguas para predicar con el ejemplo?
El tema de la imposición en la administración es más complicado. En Gales pasaron veinte años desde que se pasaron las leyes hasta que el galés empezó a usarse de manera rutinaria en la administración. La imposición en cuanto a “ahora mismo hay que hacerlo” no funciona, tiene que ser un proceso lento y que vaya calando. Hay que evitar el error de intentar hacer todo, tanto en galés, como en euskera.
¿A qué se refiere?
Un ejemplo sería la política que lleva la UE de traducir todo a todas las lenguas. Eso realmente no es necesario ni eficaz. Traducir regulaciones sobre barcos en una lengua de un país que no tiene mar, por ejemplo, es innecesario. Es mucho mejor concentrarse en aquellas áreas en que es importante que se traduzca a lengua minoritaria. Muchas lenguas minoritarias insisten en que se traduzca todo, pero yo pienso que habría que discriminar más.
¿Qué opinión le merecen los tres modelos educativos vascos? ¿Es mejor el modelo catalán?
Es imposible generalizar. Cualquiera de los modelos funciona bien en distintas partes del mundo, pero no hay que olvidar que lo natural del ser humano es ser bilingüe. Tres cuartas partes de la población mundial son bilingües de manera natural y la mitad, trilingües. La situación normal es usar diferentes lenguas para diferentes cosas. En África no es extraño que un niño esté inmerso en cinco lenguas: la de casa, la de la escuela, la del mercado… La inmersión es el modelo que más me gusta, pero luego hay cuestiones de tipo práctico y hay que ver en el contexto cuál es el mejor.
¿Los inmigrantes deben hacer el esfuerzo de aprender euskera, aunque piensen volver a su país?
A excepción de los países monolingües y con una historia de imperialismo, la gente en general tiene interés en ser multilingüe, con lo cual se puede esperar que la mayoría de esas personas que vienen se den cuenta de que hay dos lenguas y las aprendan sin más.
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