Emotiva despedida en España al guayaquileño muerto en ataque
El Universo, , 27-09-2007| PARACUELLOS DEL JARAMA, España
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Reyes españoles, líderes políticos, compañeros y familiares acudieron a ceremonia fúnebre.
“Estalin Mera Vera entregó su vida como un valiente en Afganistán”. Solo el llanto desconsolado de Ángela Vera, madre del soldado fallecido en el país asiático, consiguió quebrar ese silencio suspendido en el aire cargado de dolor que ayer invadió el cementerio de Alcalá de Henares cuando Juan Manuel Pérez, comandante de infantería, pronunció esta frase.
Sus manos temblorosas no dejaron de aferrarse a la bandera española que cubrió el féretro ni a la boina negra que un día perteneció al segundo de sus cuatro hijos. Refugiada en los brazos de Ángel, su primogénito, también legionario, a la inmigrante le costó mantenerse en pie ante la tumba del hijo perdido.
Ayer, tampoco los ojos húmedos del boliviano Rubén Guzmán eran los únicos que se descubrían entre los quince soldados que perfectamente alineados asistían al entierro de su compañero. No era su propósito ocultar sentimientos como tampoco lo era el del quiteño David Lozada atormentado por los recuerdos de su paso por la Base de Apoyo de Avanzada en Afganistán. Ambos, junto a cuatro militares más, cargaron a hombros el ataúd con los restos del joven a su llegada, la madrugada de ayer, a la Base Aérea de Torrejón de Ardoz. Y durante los funerales que presidieron los reyes Juan Carlos y Sofía.
Ese mismo viento helado que recibió a los cuerpos de Estalin Mera y Germán Pérez a su llegada a la capital española acompañó el sepelio al que acudió el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.
En la homilía celebrada en la sede de la Brigada Paracaidista a la que pertenecían los fallecidos, el arzobispo castrense Francisco Pérez González recitó un soneto en el que hacía alusión a la valentía y fortaleza de los caídos en un vano intento por confortar a los familiares.
Antes, los monarcas departieron unos minutos con la madre y hermanos de Estalin y les expresaron sus condolencias. Una vez concluida la liturgia, el rey Juan Carlos impuso a los féretros la Cruz del Mérito Militar con Distintivo Rojo, que se concede a los militares que fallecen en acto de servicio en misiones en el exterior. Los ataúdes abandonaron el lugar al compás de las notas del Himno de España. No se entonó el de Ecuador porque el guayaquileño también ostentaba la nacionalidad española.
TEXTUALES: Lo recuerdan
Washington León
Soldado guayaquileño en España
“Me hubiera gustado que se entone el Himno de Ecuador y que nuestra bandera también cubra el ataúd de Estalin”.
Juan Manuel Pérez
Comandante de Infantería en España
“Estalin era un joven trabajador. Es una desgracia perderlo, así son los riesgos”.
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