En un esfuerzo para combatir la inmigración indocumentada la oficina del alguacil del condado de Cabarrus, en Carolina del Norte, trabajará con la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en un programa que comenzará este año.

El programa, llamado 287 G, da a los oficiales del alguacil las herramientas para identificar a los indocumentados. Cualquier persona que sea deportada bajo este programa enfrentará una pena de cárcel de cinco años si entra de nuevo a Estados Unidos.

El acuerdo con el ICE permite a los oficiales del alguacil de Cabarrus, que hayan sido certificados por la agencia, acceder a las bases de datos del ICE para identificar a los indocumentados.

Al detener a las personas que no comprueben su estancia legal estas serán remitidas a la oficina del alguacil hasta un máximo de tres días.

Seis oficiales serán capacitados para el programa durante cuatro semanas a partir de noviembre.

Este programa funciona porque no solo saca a los criminales de las calles, sino que también fuerza al Gobierno a hacer algo con ellos una vez los arrestemos, dijo el alguacil Brad Riley. Tres condados en Carolina del Norte trabajan ya con el programa: Alamance, Gaston y Mecklenburg.

Por otra parte, el condado de Washington desea aplicar medidas similares. Actualmente la Policía ha enviado una carta de solicitud al ICE para que los autorice a aplicar el programa 287 G.

Diecinueve oficiales de la Policía de Rogers y Springdale ya fueron capacitados para reportar a las personas que no tengan documentos al ICE para que luego se proceda a su deportación.