La Media Columna Francisco Ayala
Devolver los inmigrantes ilegales
El Día, , 27-09-2007ESPERABA que, tarde o temprano, las críticas que despertaron unas declaraciones del entonces nuevo Diputado del Común, Manuel Alcaide, cuando, hace cinco años, tomaba posesión del cargo, saldrían de nuevo a la actualidad, porque aquí hay mucha gente ruin, envidiosa y con rencor que jamás desaparece y que va dirigido a las personas destacadas, de bien probado valor y competencia, que, precisamente, deberían merecer elogios y la expresión del orgullo delpueblo de tener entre los suyos a auténticas personalidades, como es el caso del señor Alcaide, con una trayectoria brillante en el campo judicial. Lo que motivó entonces los reproches de los políticos progresistas, quienes pidieron llevar a la hoguera a don Manuel Alcaide, ya que éste dijo, poco más o menos, que había que cortar la inmigración ilegal porque estaba adquiriendo caracteres peligrosos de invasión. El término invasión se lo echaron a la cara al señor Alcaide como algo significativo de una acción bélica, xenófoba y hasta contraria a los Derechos Humanos, algo que más bien parecía cómico porque demostraba que no tenía absolutamente ningún argumento para demostrar el rechazo que ya habían exteriorizado los progresistas de Izquierda contra el nombramiento del magistrado.
Pues bien, el señor Alcaide, para que no haya dudas de que sus ideas son las mismas, ahora, al finalizar los cinco años de su permanencia en la Diputación del Común, repite que “habría que devolver a todos los inmigrantes , mayores y menores”. O sea, mayor rigor todavía cuando el Gobierno de Rodríguez Zapatero no tiene recursos a mano para solucionar o aliviar este grave problema y unas veces dicta una norma y otras, señala la contraria, como dando palos de ciego. Porque no encuentra una remota forma de evitar esa invasión y la absorción de los indocumentados. A preguntas del periodista que entrevistó al señor Alcaide, el Diputado del Común habló de la lucha constante de la Institución para conseguir la necesaria mejora de la atención sanitaria, sobre la que se han recibido numerosas denuncias. En sus puntuales informes, la Diputación del Común tiene al corriente al Gobierno Autónomo. No exculpa a los ciudadanos que exigen demasiado o que no utilizan debidamente los servicios que les ofrecen las áreas del Gobierno, pero llega a la conclusión de que, con frecuencia, son los departamentos del Gobierno y de las Instituciones los que no hacen caso a las denuncias que presenta la ciudadanía a través de la Diputación del Común. Y uno, que conoce al pueblo y a la persona que ha ocupado el cargo de Defensor del Pueblo Canario, si una repetición no es posible, que lo ignoro, temo por la suerte de todos, si cambiamos de titular, porque no conozco a otra persona tan bien preparada e idónea para el cargo como don Manuel Alcaide, el querido Manolo, compañero universitario, aunque en distintas facultades, al que siempre he admirado y he tenido afecto.
(Puede haber caducado)