Lo hemos decidido. Vamos a convertirnos en una familia conflictiva. Queremos cobrar salarios sociales, aunque nos ganemos la vida de otra forma. Cuando el frutero nos pida seis euros por un kilo de tomates le enseñaremos la navaja y a la panadera le diremos que no le pagamos, porque el pan es un alimento de primera necesidad. Conduciremos una fregoneta sin seguro y la aparcaremos en la acera delante del portal. Y si algún vecino protesta porque echamos la basura por la ventana le amenazaremos un poco.
Con todo esto, vamos a conseguir que el señor Basagoiti, cuando mande, nos realoje en algún piso guay, a poder ser en Indautxu o mejor en Abandoibarra. No nos gusta Otxarkoaga y además nos miran mal. Seguro que en estos otros barrios nos reciben con los brazos abiertos… ¡Este hombre va a ser un chollo cuando sea alcalde!