madrid. El 8% de los menores españoles sufren maltrato, según informó ayer el Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia, en el marco del XI Congreso Nacional de Psiquiatría, que comenzó en Santiago de Compostela y finalizará el próximo 28 de septiembre.

El director del centro, José Sanmartin, explicó que los estudios revelan que sólo se denuncia el 0,8% de los malos tratos a niños. Asimismo, Sanmartin abogó por una única definición de maltrato infantil y concretó que se considera como tal “toda aquella acción y omisión intencional que causa un daño o puede causarlo a un niño”.

“Tú no vales nada” o “qué habré hecho yo para merecer este hijo”, son, según el director del Centro Reina Sofía, algunas de las frases emitidas en el seno familiar donde se produce el maltrato “más frecuente”, el psicológico, que afecta a seis de cada diez niños que sufren malos tratos.

Frente al maltrato físico, que es el que más se suele detectar – afecta a cuatro de cada diez menores maltrados – , el abuso sexual es “casi invisible a la sociedad”, según los expertos. Esto se explica porque la mayoría de los episodios de este tipo de abuso tienen lugar en el hogar familiar, lo que provoca la existencia de mecanismos para ocultarlo.

Asimismo, Sanmartín advirtió la existencia de otro tipo de maltrato, ajeno a la violencia directa sobre los menores. Con ello se refirió a la actitud de algunos progenitores que “voluntariamente” no cumplen con obligaciones “necesarias para la salud física y mental” de sus hijos, como no vacunar a un niño o no atender sus necesidades educativas.

En cuanto al perfil de los maltratadores, el experto explicó que “suelen ser personas egoístas y egocéntricas, que ven a los demás como instrumentos para conseguir algo y buscan primordialmente el placer”. En este sentido, reveló que “es posible que haya más víctimas mortales por violencia infantil que adultos por violencia de sexo o doméstica, pero no se publican porque no es políticamente correcto”.

En cuatro a la violencia sobre la mujer, los psiquiatras consideran que la proliferación de casos entre inmigrantes es un problema cultural. Así, el presidente del congreso, Francisco Vidal, hizo hincapié en dos factores como desencadenantes: el “sentido de la propiedad y el valor relativo de la vida, en un mundo sumido en la miseria”. >agencias