Con el creciente fenómeno inmigratorio que afecta al Archipiélago, el 8% del alumnado no universitario es inmigrante, cifra algo inferior a la media nacional, que mantiene un incremento constante del 15% cada año, mientras que en las Islas es del 4 por ciento.

Con esta presencia también se abre una oportunidad a la multiculturalidad y al intercambio de ideas y vivencias, a la vez que se requiere aplicar una atención especializada para garantizar su adecuado rendimiento escolar.

De los cerca de 32.000 escolares de otros países que este año ocupan su lugar en los centros de las Islas, la mayor parte de ellos procede de Latinoamérica, un aspecto que facilita las cosas a la hora de utilizar un idioma común, pero que, a su vez, también precisa de una atención educativa especial dada la diferencia entre sistemas educativos.

Tenerife es la isla con más alumnado inmigrante en sus centros, más de 13.087, de los 31.400 del Archipiélago. La mayor parte de ellos, 11.197, cursando sus estudios en centros públicos, el 88%; mientras que en la red de centros privados o concertados, hay 1.890 matriculados, el 11%.

En este pequeño planeta diverso en que se ha convertido Tenerife, conviven chicos y chicas de 114 nacionalidades diferentes, pertenecientes a los cinco continentes. El asentamiento escogido por las familias de estos escolares se centra, principalmente, en las localidades del Sur de la Isla, como ocurre en el resto de la Comunidad.

La presencia de escolares latinoamericanos es, con creces, la más numerosa, con una comunidad que supera ya los 7.100 niños, una cifra que se podrá ver incrementada cuando se cierre el periodo de matriculación, en octubre.

El colectivo más presente en las aulas de este continente es el integrado por los venezolanos, con casi 2.000 individuos, seguido de los argentinos y los colombianos, con 1.284 y 1.097, respectivamente.

Otro grupo importante de este tipo de alumnado es el de los uruguayos, que ya rondan los 800, aunque la cifra de cubanos, bolivianos o ecuatorianos ya empieza a ser significativa, pues representa varios centenares de personas por cada una de estas nacionalidades.

Los escolares de la Unión Europea son el segundo colectivo más importante, con más de 3.400 matriculados. Los pertenecientes a Reino Unido son el colectivo más numeroso, con cerca de 1.200 inscritos, a los que les siguen alemanes e italianos, con 729 y 713, respectivamente. El cuarto país europeo en importancia en la Isla es Francia, con 262 matriculados, seguido, a mucha distancia, por los belgas, con 162. El resto de países apenas llega al centenar.

Según los últimos datos que baraja la Consejería de Educación para el presente curso y hasta el cierre definitivo de las inscripciones, la gran mayoría de los casi 4.000 comunitarios que cursan sus estudios en Tenerife lo hacen en centros de la red pública, 2.901, mientras que 1.091 lo hacen en centros privados.

Por su parte, la gran mayoría de los no comunitarios, que representan cerca de 9.100 escolares, están inscritos en centros públicos, un total de 8.296, mientras que en los centros privados son 799.

Extracomunitarios

Del espacio europeo extracomunitario hay cerca de 720 niños registrados, de ellos, unos 120 son rusos; 103, polacos y 83 de Bosnia Herzegovina. El resto de países de esta área, principalmente del este europeo, cuentan con una presencia en Tenerife no tan numerosa, pues no superan la treintena, mientras que la gran mayoría no llega a los diez individuos.

El continente africano está representado por algo más de medio millar de escolares, con un predominio del área del Magreb. Los originarios de Marruecos contabilizan ya más de 250 matriculaciones, con lo que se supera, y con creces, a los países que ocupan el segundo y tercer lugar, que son Senegal, con 60 matriculados, y Mauritania, con 36.

La comunidad asiática es algo más numerosa que la africana, con unos 200 individuos más. Son los escolares de origen chino el colectivo más amplio, con 344 miembros, seguidos de los hindúes, con 280 y, a una considerable distancia, los filipinos, con 30.