REGIÓN MURCIA
La lucha por controlar una zona de propinas deriva en la muerte por un navajazo de un 'gorrilla' ucraniano
La Policía Nacional resuelve el homicidio de Jeugen M., de 35 años, hallado herido de muerte el día 9 en una calle de Murcia
La Verdad, , 23-09-2007Fue una cuchillada muy superficial. Tan leve como la picadura de un escorpión. Pero igualmente mortífera, aunque lo fuese con efectos retardados. Jeugen M., un ciudadano ucraniano de 35 años, con un amplio historial de incidentes y detenciones policiales, falleció en la madrugada del pasado día 9 en el hospital Reina Sofía de Murcia, hasta donde había sido conducido por una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía en estado muy grave.
Había sido un conductor quien, hacia las cinco de la madrugada, había visto el cuerpo del inmigrante tendido sobre un paso de peatones de la Avenida de la Fama. Alertó al 091 y fue entonces cuando los dos agentes que acudieron hasta el lugar comprobaron que el hombre mostraba una herida punzante en el pecho. Pese a la rapidez con que lo condujeron al hospital, Jeugen murió poco después.
La forense que practicó la autopsia dictaminó que el ucraniano había recibido una sola cuchillada, asestada con una especie de navaja de punta curvada – tipo turco – , que apenas había penetrado dos centímetros en su organismo. Suficiente, sin embargo, apara rozarle un ventrículo del corazón y causarle una pequeña pero constante hemorragia interna. La sangre acabó llenando el pericardio, saco fibroso que recobre el corazón, hasta hacer imposible que éste siguiese bombeando. Eso le provocó un paro cardíaco y, en último término, la muerte.
El Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Murcia, que pronto asumió la investigación, no lo tenía fácil para llevarla a buen puerto. Nadie en la zona había visto o escuchado reyerta alguna y, además, la hija policial indicaba que el fallecido se caracterizaba por haber tenido innumerables incidentes previos, por lo que cualquiera podía haberle acuchillado en el transcurso de una de sus habituales reyertas.
Los policías judiciales comenzaron a rastrear en su vida y comprobaron que Jeugen – indigente, toxicómano, alcohólico… – formaba parte de un grupo de gorrillas – aparcacoches – , que tiene copadas amplias zonas del centro de Murcia y que supuestamente está controlado por otro ucraniano, Oleg M., de 31 años, con un historial personal y policial no menos denso que el de su colega.
Los agentes comenzaron a seguir los pasos de los gorrillas y acabaron averiguando que en la madrugada del día 9, dos integrantes del grupo habían tenido una reyerta en la zona del paseo Alfonso X el Sabio de Murcia. A partir de ahí consiguieron dar con varios testigos – entre ellos, camareros de un bar del paseo – que habían visto cómo uno de ellos lograba acuchillar a otro en el pecho. Un reconocimiento fotográfico permitió confirmar que el acuchillado había sido Jeugen M. – el fallecido – y que el supuesto autor del navajazo era Oleg M., que fue pronto detenido.
Junto al presunto homicida fueron arrestados otros dos gorrillas, el también ucraniano N.D., de 32 años, y el lituano R.M., de 52 años, como supuestos encubridores, ya que pudieron ser testigos de la agresión y lo ocultaron.
Aunque los tres se han negado a prestar declaración, la Policía Nacional está convencida de que el homicidio fue cometido en una de sus habituales peleas por el control de las zonas de aparcamiento. Jeugen, herido en el pecho, se marchó del lugar, convencido de la levedad de la lesión, hasta que se sintió desfallecer unas horas más tarde. Cuando intentaba llegar hasta el hospital, cayó desplomado.
El presunto autor del crimen fue ingresado en prisión incondicional ayer por el juez de guardia, mientras que sus dos compañeros quedaron libres con cargos.
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