Todos los residentes en Nueva York, sin importar su estado legal, podrán tramitar el permiso presentando documento vigente.

La comunidad inmigrante en Nueva York podrá obtener una licencia de conducir sin importar su estatus legal, anunció ayer el gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer.

Esta importante victoria fue celebrada por la comunidad inmigrante y sus dirigentes, quienes por cuatro años desarrollaron una intensa lucha, con una estrategia muy bien elaborada, hasta lograr un cambio en las políticas del Departamento de Motores y Vehículos (DMV).

Las nuevas medidas, que ya entraron en vigor, se implementarán en dos fases. La primera, con el envío de cartas informativas a unas 152,000 personas que portaron licencias anteriormente, pero que no pudieron renovarlas por carecer de un número de seguro social (uno de los documentos requeridos). La fase 2 se implementará en seis u ocho meses abriendo el proceso de aplicación.

Es una decisión valiente la del gobernador (Eliot Spitzer) de ordenar un cambio en las políticas administrativas del DMV en Nueva York. Las comunidades inmigrantes a escala nacional verán esta victoria como un posible comienzo para cambiar la corriente a favor de reformas más sensibles y humanas a escala federal, dijo Guillermo Chacón, miembro de la Red Nacional Salvadoreña Americana (SANN).
Una nueva política

Bajo la administración del anterior gobernador de Nueva York George Pataki, los aspirantes a obtener una licencia de conducir debían de demostrar que estaban legales en Estados Unidos.

Con la nueva disposición, la persona no necesita comprobar su estado migratorio, ni presentar un número de seguro social. Un documento válido de su país de origen será suficiente para hacer el trámite.

El gobernador Spitzer le está dando a la comunidad inmigrante el derecho a una licencia de conducir y un mecanismo legal y seguro para que millones de trabajadores vayan a sus trabajos, dijo Héctor Figueroa, miembro de uno de los sindicatos más influyentes en el estado.

Donna Lieberman, directora ejecutiva de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York, señaló que con este logro tienen más fuerzas para luchar contra las medidas federales injustas, como la de la propuesta Real ID.

Esta medida intenta hacer de las licencias de conducir un asunto federal al imponer un amplio número de regulaciones sobre cómo se debe extender y verificar dicho documento. De ser aprobada como ley, daría autoridad al DMV de reforzar leyes federales de inmigración.