Durante varios días, agentes de la Unidad Contra Redes, Inmigración Ilegal y Falsedad documental (Ucrif) del Cuerpo Nacional de la Policía de Barcelona han inspeccionado por sorpresa viñedos de varios municipios del Penedès. El resultado: 17 detenidos. Entre ellos, el responsable de una finca de Guardiola de Font – rubí, acusado de los delitos de favorecer la inmigración ilegal y contra el derecho de los trabajadores.
El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, advirtió al inicio de la vendimia que sería “inflexible” en el control de los contratos. Castilla – La Mancha, comunidad en la que el lunes comenzó oficialmente la mayor vendimia del mundo con 2.750 millones de kilos de uva por recolectar, centra el trabajo de los inspectores del ministerio, que también han peinado Catalunya. El Cuerpo Nacional de Policía, en colaboración con la Inspección de Trabajo de Barcelona, ha cerrado esta semana la denominada operación Vendimia.
Las inspecciones por parte de los agentes de la Ucrif forman parte de su rutina policial. Protagonizan informaciones cuando realizan entradas in fraganti en locales de alterne en los que sigue produciéndose la contratación de mujeres en situación irregular que, en ocasiones, se prostituyen contra su voluntad.
La operación vendimia tiene la singularidad de que es la primera que la Policía Nacional realiza en explotaciones de viña. Y, según los responsables de la Ucrif, no será la última.
Durante las visitas “sorpresa”, los agentes, acompañados en todo momento de inspectores del Ministerio de Trabajo, controlaron más de una decena de fincas, elegidas al azar.

SEIS EUROS POR HORA
En la primera, de Guardiola de Font – rubí, los investigadores identificaron cinco trabajadores. Uno era el dueño, otro un familiar, y tres marroquís. Los tres extranjeros estaban en situación irregular y fueron detenidos en aplicación de la ley de extranjería. Los tres aseguraron que trabajaban, nueve horas diarias, de lunes a sábado, y que recibían seis euros por hora. Los tres fueron internados en dependencias policiales mientras se tramita la orden de expulsión.
El dueño de la viña declaró a los agentes de la Ucrif que creía que dos de ellos eran autónomos y del tercero aseguró que estaba contratado desde agosto, afirmación que desmintió el propio trabajador.
En la segunda ronda de inspecciones, los agentes visitaron siete viñas. En cuatro de ellas comprobaron que los trabajadores eran los mismos propietarios y otros familiares. Y en otras tres, tuvieron que aplicarse rellenando cuestionarios y documentación tras realizar 13 detenciones por usurpación del estado civil y aplicación de la ley de extranjería.
En Guardiola de Castellví de la Marca se detuvo a un marroquí en situación irregular. En otra explotación de Sant Martí Sarroca se arrestaron dos obreros de Ghana, y en Subirats se detuvo a 10 paquistanís.