La violencia de género es «mucho mayor» entre inmigrantes, dicen los fiscales
ABC, , 18-09-2007MADRID. Los fiscales advierten de que la violencia de género es «proporcionalmente mucho mayor» entre la población inmigrante que entre la española y señalan la necesidad de poner en marcha «medidas específicas», según consta en la Memoria de la Fiscalía General del Estado.
El informe dedica un capítulo a la problemática de las víctimas extranjeras. Según los fiscales, el incremento de extranjeros plantea a las autoridades la necesidad de enfrentarse a una población numerosa y diversa que «contempla de forma arcaica el papel de la mujer en la sociedad actual».
A su juicio, ello trae como consecuencia la abundancia de comportamientos violentos, degradantes o vejatorios en las relaciones familiares. Así, teniendo en cuenta que la población inmigrante representa un porcentaje minoritario en relación a la población general, este tipo de delitos son proporcionalmente más abundantes.
Entre otros testimonios, la Fiscalía de Segovia explica como en 2006, el 60 por ciento de los sujetos activos y pasivos de dichos delitos fueron ciudadanos extranjeros, principalmente búlgaros, seguido de los marroquíes y los latinoamericanos. También se registra un aumento en las denuncias formuladas por extranjera contra español, mientras que en el caso contrario, las denuncias de españolas contra extranjeros «es prácticamente inexistente».
«Absoluta dependencia»
Otro problema que señala el informe es la «barrera idiomática» y a veces «insuficiente formación» de algunos traductores, que asisten a las víctimas en el juzgado pero no en la comisaría. Según los fiscales, el problema reviste «especiales dificultades» en el caso de las mujeres búlgaras (a veces con los condicionantes culturales de las gitanas o musulmanes) y de las magrebíes, que aunque denuncien las agresiones en un primer momento, «es muy difícil que sostengan la denuncia formulada por la falta de apoyo sociofamiliar» y «la absoluta dependencia económica y psicológica del varón».
En la misma línea, la Fiscalía de Canarias menciona los problemas que padecen estas mujeres, ya que al temor a su agresor se le unen las creencias religiosas, sus tradiciones, cultura o su propia formación.
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