Los Mossos identifican al sospechoso, un menor con antecedentes Lo mejor que le puede pasar a Cristian es que lo detengan los Mossos d’Esquadra antes de que lo encuentre la familia de un joven de 23 años al que asesinó a cuchilladas la pasada madrugada en la barcelonesa localidad de El Prat de Llobregat. El agresor, un adolescente de 16 años que ya acumula un amplio historial delictivo, asestó al menos cinco puñaladas a la víctima tras la celebración de una boda gitana que se inició el sábado en la citada localidad.

Los hechos se produjeron alrededor de la una de la madrugada.La víctima, Manuel Díaz, de 23 años y de etnia gitana, había acudido a la boda un día antes junto a amigos y familiares desde la localidad de Badalona.

Según explicaron ayer fuentes de los Mossos d’Esquadra, un grupo de jóvenes, entre los que se encontraba el fallecido, se enzarzó en una discusión que fue subiendo de tono con otro grupo de chicos, entre los que se encontraba el agresor, que es de nacionalidad española pero de origen chileno. Un familar del fallecido explicó a EL MUNDO que justo enfrente de la comisaría de los Mossos de El Prat – en la calle del Riu Cardoner – , el agresor se encaró con un primo de la víctima menor de edad y que el joven le intentó defender. Fue entonces, según esta versión, cuando el adolescente sacó una navaja y la clavó en repetidas ocasiones en el tórax y la espalda de la víctima. Una de las puñaladas alcanzó el corazón de Manuel

El grupo de jóvenes entre los que se encontraba el homicida huyó a la carrera.

Hasta el lugar se trasladaron diversas patrullas de los Mossos d’Esquadra que se encontraron a la víctima tirada en el suelo y rodeada de un gran charco de sangre. La familia de la víctima asegura que los agentes «no llevaron al chico al hospital» y denunciaron que los Mossos «actuaron muy mal porque no lo socorrieron».Lo cierto, es que fueron familiares y amigos de Manuel los que le condujeron al Hospital de Bellvitge, donde certificaron su muerte.

La familia de la víctima, que conoce al agresor y a sus padres, reaccionó ayer con ganas de venganza, aunque anoche los ánimos estaban más calmados. «Era muy buen chico, no hacía daño a nadie», aseguró uno de los familiares.

Anoche, el cadáver de Manuel se encontraba en el depósito judicial del tanatorio que hay frente a Bellvitge. Después de que practiquen la autopsia el cadáver, los familiares informaron de que mañana enterraran a Manuel en el barrio de El Pomar de Badalona, de donde es originaria toda su familia.