ECONOMÍA

Sequía de ingenieros en Alemania

La falta de trabajadores altamente cualificados ocasionó en 2006 a la economía germana pérdidas equivalentes al 1% del PIB, lo que ha motivado el cambio de la rígida política migratoria del país

El Correo, 17-09-2007

Michael Glos es un político curtido en mil batallas y acostumbrado a poner cara de jugador de póker a la hora de negociar estrategias o acuerdos políticos que beneficien a su partido, la Unión Cristiano Social de Baviera (CSU). Pero cuando Glos, que desde hace casi dos años desempeña el estratégico cargo de ministro de Economía del Gobierno de gran coalición alemán, leyó un informe preparado por el Instituto de Investigación de Colonia, casi no dio crédito al frío análisis sobre el mercado laboral de su país.

El Instituto descubrió que las grandes industrias de habían fracasado rotundamente al tratar de cubrir los varios miles de puestos de trabajo vacantes a causa de una aguda falta de profesionales altamente calificados. «La escasez de ingenieros y especialistas en informática ha ocasionado pérdidas a la economía germana en 2006 equivalentes al 1% de nuestro Producto Interior Bruto (PIB)», concluía el documento. Es decir, que las pérdidas calculadas en euros sumaban 20.000 millones de euros.

Peor aún. El estudio revelaba que encima la escasez de profesionales se concentra en sectores clave de la economía germana: la industria electrónica, metalúrgica, automotriz, maquinarias y de servicios. «En todos ellos faltan matemáticos, informáticos, científicos y técnicos. Pero también hay escasez de técnicos sin títulos académicos», señalaba el informe.

La sequía de ingenieros, informáticos, físicos y matemáticos también ha sido reflejada por la Oficina Federal del Empleo, que en su último informe sobre el estado de salud del mercado laboral no sólo constató que las necesidades de las grandes empresas no se pueden satisfacer. Además, aportó un nuevo dato que sorprendió al país: junto a los casi 3,8 millones de parados que estaban registrados en el pasado mes de agosto, existía casi un millón de ofertas de trabajo sin cubrir para puestos de electricistas, cerrajeros, fresadores y otros oficios calificados.

Problema de estrategia

Según Oliver Koeppen, responsable del revelador informe del Instituto de Investigación de Colonia, la principal causa de la escasez de personal cualificado en el país tiene un origen estratégico. Es decir, las empresas no supieron prevenir con tiempo el auge económico y tampoco se preocuparon en llevar a cabo programas de formación profesional adecuados a sus futuras necesidades. Además, «el cambio demográfico profundizó el problema», señalaba el informe.

La publicación de este documento sorprendió en cambio a la Cámara de Industria y Comercio alemana, que la primavera pasada ya había advertido del nuevo problema que tiene la primera potencia económica de Europa. Según este organismo, la escasez de profesionales, además de ocasionar pérdidas multimillonarias para la industria, puede convertirse en un peligroso freno para el auge económico del país ya que, como indicó el presidente de la Cámara, Ludwig Georg Brauen, «la falta de personal calificado impide la creación de nuevos puestos de trabajo». Brauen también reconoció que la dificultad para cubrir puestos vacantes afecta ya a más de la mitad de las empresa alemanas.

Para combatir la penuria de mano de obra altamente calificada, el Gobierno federal ha adoptado una decisión casi revolucionaria que entrará en vigor a partir del próximo 1 de noviembre. Ese día, Alemania, un país poco amigo de abrir sus fronteras a trabajadores extranjeros, acogerá sin condiciones a ingenieros electrónicos y mecánicos provenientes de los países del este europeo miembros de la Unión. El Ejecutivo también someterá al Parlamento un proyecto que permitirá a los estudiantes extranjeros en posesión de un diploma alemán trabajar durante tres años en el país. Al cabo de ese tiempo deberán regresar a sus respectivos países.

Las medidas anunciadas por la canciller, Angela Merkel, aunque representan un cambio en la rígida política migratoria del país – que tenia previsto cerrar su mercado de trabajo a los profesionales de los nuevos miembros de la UE hasta 2009 – , han sido calificadas como «un pequeño paso en la dirección correcta» por la Cámara de Industria y Comercio. No obstante, este organismo no se cansa de pedir al Gobierno que adopte medidas más valientes y que tome como ejemplo la política migratoria de Canadá o Gran Bretaña.

Estos países llevan a cabo una intensa campaña para atraer profesionales, mientras que Alemania, en cambio, sólo permite trabajar a los extranjeros que puedan exhibir un contrato por 85.000 euros al año. En 2006, únicamente 500 especialistas fueron capaces de cumplir con los requisitos que exige la ley.

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