La costa andaluza, Canarias, Murcia… y ahora Alicante. El drama de la inmigración ilegal ‘recala’ por primera vez en el litoral de la Comunidad Valenciana sin que la mayor distancia desde el norte de Africa sea un impedimento. Fuentes de la investigación apuntaron ayer que, por el tamaño de las embarcaciones, la llegada de las cuatro pateras sólo pudo producirse con el apoyo prestado por un barco nodriza.

Se trataría de una nave de mayor tamaño utilizada para cubrir la mayor parte de la travesía a través del Mediterráneo y que, una vez posicionada frente el litoral de la Costa Blanca, habría servido para ‘lanzar’ a las pateras, según apuntaron las mismas fuentes.

Las corrientes y la ayuda de un pequeño motor del que estaban provistas al menos dos de ellas habrían realizado el resto del trabajo. Es lo que explicaría la dispersión de las arribadas a lo largo de toda la costa, desde Guardamar hasta el emporio turístico de Benidorm. Con todo, los responsables de la investigación se sorprenden de que las condiciones meteorológicas registradas desde el viernes, con episodios de fuertes lluvias, no haya impedido que las pateras llegaran a tocar costa e incluso no descartan que, como consecuencia de la desorientación, puedan producirse nuevos hallazgos de embarcaciones varadas en otras playas alicantinas.

Sin embargo, al cierre de la edición la Guardia Civil no había logrado localizar ningún rastro de ese barco nodriza tras barrer toda la costa de la provincia de punta a punta, aunque existe la posibilidad de que ya hubiera tenido tiempo de refugiarse en aguas internacionales.