Conocido por su discurso antisemita y xenófobo, el político Georges Karatzaferis, líder del partido LAOS (Alarma Popular Ortodoxa), está a punto de conseguir el regreso de la extrema derecha al Parlamento de Grecia. Según los sondeos, el LAOS superará en las elecciones legislativas de este domingo el 3% de los votos, el límite mínimo para conseguir representación parlamentaria.
De confirmarse las encuestas, el partido de Karatzaferis sería la primera formación ultraderechista en regresar al Parlamento en 26 años. Pero su presencia no sería en absoluto testimonial, ya que se produce cuando todos los sondeos apuntan a que Nueva Democracia (ND), el partido del actual primer ministro, el conservador Costas Caramanlis, muy erosionado por la ola de incendios de este verano, obtendrá una muy ajustada victoria. sobre su rival socialista George Papandreu.

VOTOS CONSERVADORES
Es por eso que el ultra Karatzaferis confía en robarle votos a los conservadores del ND y en convertirse así en la llave de la gobernabilidad del país heleno. En los carteles, el sexagenario Karatzaferis aparece empuñando un guante de boxeo contra el establishment, una metáfora agresiva de alguien habituado a los excesos verbales. Los mismos que llevaron al partido del primer ministro, del que formaba parte, a expulsarle en el 2000.
Entre sus salidas de tono, se cuentan la exigencia de investigar la implicación del Mosad en el 11 – S o la inclusión de cuatro neonazis entre sus candidatos para las elecciones del 2001.
No obstante, Karatzaferis, periodista y presentador en una cadena de televisión de su propiedad, de cara a estas elecciones ha optado por enarbolar la bandera del populismo, al colocar como prioridad el control de la inmigración.

LA AMENAZA DE LA INMIGRACIÓN
El programa político del LAOS sostiene que la inmigración amenaza “la homogeneidad étnica” de Grecia y dispara la criminalidad. Además, el líder ultra ha propuesto erigir “un monumento al policía desconocido” en honor a los agentes caídos en acto de servicio, ha acusado a los bancos de “ladrones” y ha expresado su férrea oposición al ingreso de Turquía en la Unión Europea. No obstante, Karatzaferis ha moderado su discurso estableciendo un programa que obliga a sus candidatos a oponerse “a todo fenómeno de racismo, intolerancia y antisemitismo”.
Hasta ahora, el primer ministro Caramanlis ha excluido públicamente una alianza con los ultraderechistas, aunque eso suponga tener que convocar otras elecciones.