El curso arranca con 305.000 alumnos de ESO, Bachillerato y Formación Profesional de los que 31.000 son inmigrantes, 4.000 más que el año pasado Los alumnos de Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional, en una cifra que este año alcaza los 305.579 escolares, iniciaron ayer un nuevo curso académico que cuenta con 175 días lectivos.

Como en las etapas de Infantil y Primaria, el alumnado extranjero crece un año tras otro y en el presente curso los inmigrantes matriculados en Secundaria y en niveles postobligatorios supera los 30.000, lo que respecto al año pasado supone un aumento de 4.630 alumnos.

Por provincias, el 47,8% de estos estudiantes están escolarizados en la provincia de Alicante; el 39,4% en la de Valencia, y en la de Castellón, el 12,6%.

Pero no todos tuvieron que levantarse ayer más temprano para acudir a su primer día de clase, una jornada centrada en el reencuentro con los compañeros del año pasado.

Incidencias

Un 0,24% de los escolares se vieron afectado por algún tipo de incidencias motivadas principalmente por “alguna anomalía en la infraestructura educativa o la finalización de la instalación de aulas provisionales que estarán solucionadas la próxima semana”, señalaron fuentes de la Conselleria de Educación.

Estas incidencias afectaron en la provincia de Castellón a 32 alumnos pertenecientes a un IES de Segorbe, lo que supone un 0,09% del total alumnado escolarizado, por problemas en el almacenamiento del material de los Ciclos Formativos de Grado Medio y Superior de Forestales.

En Valencia, la cifra de estudiantes afectados fue de 620 pertenecientes a un IES de Torrent y de Valencia ciudad, por motivos de instalaciones de aulas provisionales o puntuales remates de obras que, según aseguraron, “finalizarán en breve”.

En la provincia de Alicante 80 alumnos de un IES de la localidad de Dénia se vieron afectados, un 0,07% del total, por la necesidad de ultimar un aula provisional que estará lista la próxima semana.

Pese a estos datos, desde la Conselleria de Educación resaltaron que el curso se inició “con total normalidad”, ya que las incidencias fueron “mínimas”.

Sin embargo, los sindicatos de enseñanza FETE – UGT y STE no compartieron esta opinión. En sendos comunicados pideron más inversión en los centros públicos y la retirada de los conciertos de Bachillerato. También expresaron sus quejas por el comienzo “con problemas y un poco precipitado” de las clases.

Por el contrario, desde la Federación de Religiosos de la Enseñanza, la patronal de la enseñanza privada, destacaron precisamente la concertación de los niveles de Bachillerato en 48 centros integrados en esta organización educativa.

Para la Federación, esta medida constituye “la clave para garantizar que los padres de alumnos de nuestros centros puedan ejercer el derecho a elegir una educación en libertad en el Bachillerato, en un marco de igualdad de oportunidades y sin ningún tipo de discriminación. De esta forma, los condicionamientos económicos no dificultan el derecho a elegir libremente centro para su hijos”, señalaron.

El problema de estos centros católicos concertados es que, un año más, cerca de 4.000 escolares se han quedado sin plaza en los 191 centros que FERE tiene en la Comunitat.

De ellos, cerca de 400 no han podido ser escolarizados en alguno de los 20 centros educativos de FERE en la provincia de Castellón, mientras que en Alicante, con 58 centros educativos, poco más de 1.200 escolares se han quedado a las puertas de poder estudiar en uno de estos colegios.

Por lo que respecta a la provincia de Valencia, con 113 centros, FERE estima que 2.300 alumnos se han quedado sin plaza en los colegios de esta red escolar.

Y ello pese a la modificación del decreto de admisión de alumnos que establece nuevos criterios criterios para la baremación de las solicitudes de plaza de quienes quieren estudiar en uno de estos centros.