El comienzo del Ramadán puede frenar la llegada de cayucos a las costas canarias
El inicio del Ramadán puede frenar la llegada de cayucos con inmigrantes a Canarias debido a que la práctica religiosa de los musulmanes impone el ayuno y la purificación, por lo que una gran mayoría esperará, junto a su familia, a que termine este mes sagrado para iniciar la travesía clandestina por mar.
El Día, , 14-09-2007El inicio del Ramadán puede frenar la llegada de cayucos con inmigrantes a Canarias, según han manifestado fuentes consultadas por EL DÍA al respecto, entre las que figura la cónsul de Guinea Conakry en el Archipiélago, Alicia Navarro, que conoce bien ese país africano y la forma de vida de los musulmanes.
En opinión de Alicia Navarro, por la cultura religiosa de los musulmanes, que ponen en práctica el ayuno y la purificación, quizás esperen a que termine este mes sagrado para iniciar el viaje.
Para los musulmanes, el Ramadán es una ocasión de hacer un sacrificio, con el fin de conseguir un objetivo espiritual. Durante estos días de ayuno y penitencia es también un buen momento de hacer promesas y de pedir ayuda, en algunos casos, para lograr una buena travesía hacia Europa.
Además, los que practican el Ramadán, desde que amanece hasta que anochece deben abstenerse de ingerir cualquier alimento o líquido. Quizás también esto sea un freno para iniciar la expedición clandestina en cayuco.
Otras fuentes policiales señalaron que el año pasado se notó un descenso de llegadas clandestinas por mar tras el mes del Ramadán, que cayó en noviembre.
No obstante, indicaron que, debido a las cifras registradas en 2006, con más de 32.000 llegadas, precisamente en ese mes se reforzó la vigilancia de Frontex en aguas de Mauritania, Senegal y Cabo Verde, que contribuyó de forma prioritaria en poner freno a las salidas clandestinas.
En noviembre de 2006 fueron cerca de 600 los inmigrantes que alcanzaron las costas canarias y andaluzas, mientras que en un solo fin de semana de septiembre del año pasado llegaron 1.200 subsaharianos en cayuco al Archipiélago.
Ese verano registró un fuerte repunte de llegadas clandestinas, las máximas que se han contabilizado en las Islas hasta la fecha, dato que descendió en el último trimestre del año, coincidiendo con la celebración del Ramadán.
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