La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha presentado una queja ante el Defensor del Pueblo para que se resuelva la situación de los 38 bengalíes que están en Ceuta desde hace dos años «en un limbo jurídico y en penosas condiciones humanitarias». CEAR afirma que desde que esas personas solicitaron ayuda ante la Delegación del Gobierno y ante el Ministerio del Interior, «sin recibir respuesta, están escondidos en los alrededores de Ceuta en penosas condiciones humanitarias, con un gran deterioro físico y psíquico».

Los 38 bengalíes, recuerda CEAR, habían huido del CETI en agosto, en el que algunos llevaban ya dos años, «porque iban a ser entrevistados por representantes diplomáticos de su país a pesar de que muchos de ellos habían solicitado previamente asilo». Estas personas, asegura la ONG, «temen volver a Bangladesh después de haber denunciado persecución, y por la actual situación de violencia tras las últimas protestas estudiantiles y las gravísimas inundaciones que han causado el desplazamiento de medio millón de personas, han visto denegadas sus solicitudes de asilo».

Los bengalíes tienen orden de expulsión que no se ha cumplido y en esa situación de «irregularidad administrativa», no pueden acceder a una vivienda o a un empleo.